Roofman: Un ladrón en el tejado

“Siempre me habían atraído las historias oscuras, pero quería divertirme haciendo una película como las que me gustaban de pequeño con gente real en la vida real. Quería explorar un nuevo tono, donde la línea entre lo trágico y lo cómico se difuminara. No quise mirar la oscuridad con más oscuridad”. Derek Cianfrance nos presenta a ‘Roofman: Un ladrón en el tejado’.

“Seguramente os preguntaréis cómo un hombre como yo acabó siendo un criminal” (Jeffrey Manchester)

Crítica de Roofman: Un ladrón en el tejado

Derek Cianfrance es un director volcado en contarnos historias humanas. Para corroborar esta afirmación basta con citar títulos como ‘Blue Valentine’ (2010) o ‘Cruce de caminos’ (2012). Y ahora prosigue caminando por ese mismo sendero con ‘Roofman: Un ladrón en el tejado’. Con esta película estamos, probablemente, ante su film más amable. Una película que casi, y sin el casi, podríamos encajar en eso que se conoce como “feel good movies”, es decir, películas que, tras verlas, nos dejan un sentimiento agradable en el cuerpo. Y para conseguir este efecto, Cianfrance se basó en la curiosísima historia de Jeffrey Manchester, un ladrón de poca monta que se vio obligado a atracar McDonalds… pero también Burgers y Blockbusters. Jeffrey siempre accedía a su interior por el techo y cuando no había casi nadie para evitar causar incidentes graves. Así hasta que dio con sus huesos en la cárcel.

Tal y como acabo de comentar, ‘Roofman’ es un biopic amable sobre Jeffrey Manchester. Cianfrance se entrevistó y conversó varias veces con el personaje real para poder llegar a conectar verdaderamente con él. También mantuvo charlas con los policías que lo persiguieron. Tras todo esto, el director y guionista retrató a Jeffrey como un hombre ciertamente inteligente, muy observador, y con un carácter suave y educado. Eso sí, después de licenciarse en el ejército fue incapaz de adaptarse a cualquier trabajo. De ahí que terminará optando por la solución “fácil” de apropiarse de lo ajeno. Específicamente, la película se centra básicamente en los seis meses que Jeffrey pasó viviendo escondido en un Toys R Us tras haber escapado de la cárcel.

Y, precisamente, fue el hecho que acabo de describir el que me empujó a ver la propuesta… ¿Quién no ha soñado alguna vez con quedarse “encerrado” en un establecimiento de juguetes rodeado de chucherías? Personalmente quería ver cómo se las apañó el citado Jeffrey Manchester. Y de eso va la película. Naturalmente no puedes construir toda una trama de 126 minutos sólo con tan “poco”. Por consiguiente, veremos cómo Jeffrey pasa sus días en la juguetería, pero también cómo logra usar todos sus ítems a su favor y, sobre todo, como gracias a esto va entrando en contacto con la comunidad de Charlotte consiguiendo así una buena reputación social.

A la hora de la filmación, Derek Cianfrance no busca artificios ni trucos extraños. Se trata de contar una historia humana y a eso se dedica. Esto supone centrarse principalmente en retratar a los personajes y secundariamente a los entornos. Los primeros básicamente quedan en manos de los actores y los segundos en manos de Cianfrance. Naturalmente el entorno que más destaca es el Toys R Us, pero tampoco resulta tan exprimido como yo pensaba. Sí, vemos a Channing Tatum interactuar con algunos muñecos y demás ítems… pero la mayor importancia se la lleva su refugio secreto y las cámaras de videovigilancia que monta para tenerlo todo controlado. Es ahí donde Cianfrance se centra más en el detalle para expandir la trama y enriquecer la temática. En cualquier caso, ojo al diseño de producción que fue capaz de recrear un Toys R Us prácticamente desde cero.

Teniendo en cuenta lo ya expuesto, la trama también toca géneros como el romance o el drama. De hecho, desde que Kirsten Dunst hace acto de aparición, Cianfrance va girando claramente la película hacia la parte romántica. Eso sí, no es un romance empalagoso ni nada por el estilo, sino un acercamiento natural entre dos personas divorciadas que se sienten bien el uno con la otra. Por último, la parte dramática es la menos expuesta quedando solo para determinados minutos del tramo final.

Vamos ahora con el elenco en el que sobresale el protagonismo de Channing Tatum encarnando a Jeffrey Manchester. A nivel físico, el actor tuvo que perder 10 kgs para dar más el pego con el protagonista real. Y a nivel interpretativo estamos ante un buen trabajo del intérprete nacido en Alabama. Alejado de los papeles de acción, en los que no terminaba de cuajar, Channing Tatum parece haber encontrado un hueco a la hora de interpretar personajes amables y corrientes. Protagonistas que no le exijan demasiado a nivel accionero ni tampoco a nivel de premios. Este rol y el de ‘Dog. Un viaje salvaje’ (2022) son una buena prueba de esto que comento.

Al lado de Tatum tenemos a Kirsten Dunst como Leigh, una empleada del Toys R Us que terminará estableciendo una relación con Manchester. Su desempeño en el papel es francamente bueno con esa naturalidad tan suya y con momentos tanto románticos como más exaltados y/o nerviosos debido, sobre todo, a la relación con su hija mayor adolescente. Atención a cómo brilla Dunst en el drama cuando se descubre todo el pastel de Manchester.

El resto de secundarios también son conocidos. El que más destaca es Peter Dinklage al que le sale muy fácil lo de interpretar a “un capullo” como Mitch, el responsable del Toys R Us en el que se refugia Jeffrey. Dinklage viene a ser una especie de Mister Scruch enano al que sólo le importan sus empleados en la medida en la que estos rinden. Por su parte, Ben Mendelsohn es Ron, un pastor que acoge en su Iglesia a sus vecinos. Realmente, Mendelsohn poco más hace que cantar y bailar al son de las músicas evangelistas. Para Tony Revolori queda un breve cameo como Duane, un empleado de un McD que asalta Jeffrey. Y, por último, buena labor de la pareja formada por LaKeith Stanfield y Juno Temple. Él es un militar y amigo de Jeffrey y ella su novia pasota.

“Jeffrey Manchester es un genio… pero también un idiota” (Policía)

En conclusión.
Termino esta crítica de Roofman: Un ladrón en el tejado, una película amable, sencilla y ligera con la que pasar un entretenido rato de evasión. No va más allá de lo ya expuesto en esta reseña y creo que con eso es mucho más que suficiente.

Tráiler de Roofman: Un ladrón en el tejado