Predator: Badlands

📄 SINOPSIS:
Un joven Predator llamado Dek recibe el rechazo de su clan liderado por su propio padre que se avergüenza de él al considerarlo débil, deforme y enclenque. Así pues, Dek se ve obligado a escapar de Yautja Prime poniendo rumbo hacia Genna, un planeta casi virgen donde se encuentra una bestia que su progenitor todavía no ha podido cazar. El objetivo de Dek será matar a tan poderoso rival para probar a su padre que es digno de pertenecer al clan, ganar su camuflaje y convertirse en un auténtico Yautja. (Cineycine).
“Hacer una película sobre uno de los villanos más apreciados del cine de terror y ciencia ficción fue una tarea delicada. Y lo es porque lo que hace tan especial al Depredador, lo que hace especiales a todas nuestras legendarias criaturas del cine de terror y ciencia ficción, es el misterio…”. Dan Trachtenberg nos invita a adentrarnos en la mitología Yautja con ‘Predator: Badlands’.
“Los Yautja no somos presas de nadie. Tampoco somos amigos de nadie. Somos depredadores” (Código Yautja)

Crítica de Predator: Badlands
Dan Trachtenberg vuelve a ponerse detrás de las cámaras de un film de la franquicia “Predator” después de su éxito con ‘Predator: La presa’ (2022). Aquella fue una cinta estrenada directamente en streaming (Disney+) que alcanzó la etiqueta de “viral”. Esto es, películas que hacen mucho ruido en un corto espacio de tiempo pero que luego, al igual que sus protagonistas, caen en el olvido. Sin embargo, en Disney tomaron buena nota del trabajo de Trachtenberg y de la fama del film. Por consiguiente, ahora no han perdido la ocasión de estrenar directamente en cines ‘Predator: Badlands’.
Volviendo con Dan Trachtenberg comentar que en su trabajo en ‘Badlands’ replica todo lo que le salió bien en “La presa”. Esto supone que, para empezar, vuelve a trabajar en sensacionales entornos naturales que valen prácticamente por toda la película. Si anteriormente filmó en Alberta (Canadá) ahora sitúa la acción en los fabulosos paisajes de Rotorua (Nueva Zelanda). Esto hace que nada o casi nada se sienta falso en la película. ¡Todo lo contrario! Una cinta que ha costado 100 millones de $ muy bien aprovechados por los 65 que costó ‘La presa’. Así pues, ‘Badlands, y tal como diría mi amigo J. Glez: “Merece ser vista con los mejores medios posibles”. El trabajo fotográfico de Jeff Cutter vuelve a hacer el resto con espectaculares imágenes y localizaciones tanto oscuras como a plena luz del día.

Siguiendo con el análisis, y a nivel de trama, Trachtenberg también vuelve a mirar hacia atrás. Tenemos que tener en cuenta que en esta franquicia, como en cualquier otra con pautas ya marcadas, es complicado innovar. En este caso, la principal novedad es convertir al Predator en el protagonista principal y verlo todo desde su perspectiva. Aunque esto es algo ya “heredado” de ‘Depredador 2’ (Stephen Hopkins, 1990). Recordemos que, en aquella película, y ante la ausencia de Schwarzenegger, el “monstruo” se convirtió en el principal reclamo para atraer a la gente al cine. En cualquier caso, aquí se profundiza de verdad en el Predator. Tan es así que, el poderoso cazador “invisible e invencible”, mostrará sus debilidades y sentimientos al público. Es decir, lo que hace Trachtenberg, a lo largo del metraje, es ir humanizando a la criatura hasta completar el proceso.
Lo expuesto anteriormente puede molestar a los más puristas de la saga (entre ellos, yo mismo). Ahora bien, Trachtenberg no es tonto. Y, siendo plenamente consciente de este detalle, lo que hace es coger a un inmaduro, joven y “deforme” depredador para ir moldeándolo a su gusto. Así pues, no se parte de un poderoso Predator ya formado, y crecido como cazador, para “deconstruirlo”… sino que Trachtenberg escoge a un joven paria al que su propio padre “excomulga” para darle forma fuera de su clan y ambiente. Al menos, este detalle sirve para salvar la ya referida “humanización” del personaje. Mucho peor habría sido coger a un Yautja formado tanto física como mentalmente y haber hecho lo mismo.
El resto de la historia vendría a replicar la temática vista en ‘La presa’. Eso sí, cambiando personajes y entornos. Con esto me refiero a que en ‘Badlands’ también tenemos a un joven, en este caso el depredador llamado Dek, que es rechazado para cazar y que él se empeña en demostrar su valía. Por ello, el film nos invita a un viaje iniciático en el que acompañaremos a Dek en busca de su destino y formación como cazador. Para ello se propondrá cazar a una criatura temida hasta por su propio padre. Y es a lo largo de ese viaje en el que Dek irá experimentando todos los cambios anteriormente referidos. Como vemos, es prácticamente lo mismo que sucedía con Naru en ‘La presa’.

En la acción ‘Badlands’ cumple sobradamente. Desde el principio estarán pasando cosas. No olvidemos que también estamos ante un film de supervivencia con cierto parecido a ‘65’ (Bryan Woodsy Scott Beck, 2023). Así, por ejemplo, podremos ver a Dek y Thia luchando con pocos recursos para sobrevivir al peligroso entorno de Genna. Las muy diferentes criaturas del planeta obligarán al joven Predator a darlo todo y dejarán buenas set-pieces. Además, y tal y como expuse antes, varias secuencias tendrán lugar a plena luz del día sin miedo a esconder nada. Curiosamente, la más destacada de todas las set-pieces es una que Dek no protagoniza completamente. La misma es un homenaje a la vista al final de ‘Aliens: El regreso’ (James Cameron, 1986). Y, lógicamente, también hay guiños. Aquí vuelve a quedar muy claro que tanto Predators como Aliens comparten un mismo universo.
En cuanto a los efectos especiales estamos ante una mezcla de trabajo artesanal y digital. Del primero se ha ocupado todo un mito como Alec Gillis consiguiendo un buen y diferente traje de depredador con sus respectivos gadgets. Recordemos que nuestro protagonista es un joven “enclenque” y no un Yautja hecho y derecho. Aun con todo, las prótesis del traje lucen realmente pesadas para el actor disfrazado. Otras criaturas más difíciles de recrear por su gigantesco tamaño, o características, ya fueron dejadas en las manos de Wētā FX con resultados dispares. Esto quiere decir que veremos bestias bastante bien realizadas y otras no tanto. Por ejemplo, personalmente considero el CGI de “Bichito” bastante cantoso. En cuanto a los efectos aplicados al sintético interpretado por Elle Fanning puedo decir que son todos de un nivel de realismo muy alto.

En el elenco tan sólo contamos con dos protagonistas principales que son los que asumen el peso de toda la aventura. El primero es Dimitrius Schuster-Koloamatangi, un actor neozelandés que se mete bajo el disfraz del impetuoso y temperamental Dek. Su interpretación se limita a lo físico. Así pues, salta, corre, y pelea bajo el pesado traje del Predator. Eso sí, hay que destacar y poner en valor su interpretación vocal del idioma Yautja. El actor tuvo que aprender este idioma alienígena inventado y luego ser capaz de emplear bien su garganta para pronunciarlo de la forma correcta. El resultado de su trabajo en este campo resulta espectacular y nada forzado. Al respecto de su rostro no se empleó la máscara animatrónica tradicional. En su lugar, Dimitrius interpretó a cara descubierta y luego su máscara depredadora fue incorporada gracias al CGI.
La otra gran protagonista del film es Elle Fanning. La actriz desempeña un doble papel en el que presenta dos personalidades diferentes y muy bien retratadas. Sin embargo, y para evitar spoilers, simplemente me voy a referir al primer rol con el que aparece en la película. Y este papel es el de Thia, una androide o “persona artificial” sin piernas, parlanchina y dotada de sentimientos humanos en su programación. Dek se verá obligado a cargar con ella como una “herramienta”. Y es esta relación la que irá “humanizando” a Dek y abriéndole los ojos más allá de la caza, la violencia, la debilidad o la fortaleza. Thia también representa un aporte simpático y/o divertido que contrasta con el carácter hosco del joven Predator. La labor de Fanning, como casi siempre, es irreprochable.
“Si soy el más débil… tendré que cazar al más fuerte” (Dek)

En conclusión.
Termino esta crítica de Predator: Badlands, un film cuya principal novedad, y aporte a la franquicia, es contar toda historia desde la perspectiva del depredador. Al margen de este curioso detalle, como aventura de supervivencia está bien rodada resultando además muy entretenida y no dando pie a ningún tipo de distracción. Eso sí, hagamos el favor de no blasfemar comparándola con las entregas protagonizadas por Arnold Schwarzenegger y Danny Glover… porque ambas cintas juegan en otra liga muy superior tanto a ‘Tierras malas’ como a ‘La presa’.
Tráiler de Predator: Badlands
Acercarnos a la mitología de los depredadores y contemplar su forma de entender la existencia. El rodaje en los espacios naturales de Nueva Zelanda. Tanto su metraje como su entretenimiento dan pie para que al film le caigan varios visionados encima. La banda sonora con sus ecos tribales. El innegable esfuerzo de Dimitrius Schuster-Koloamatangi y Elle Fanning.
La película carece de final en el sentido estricto de la palabra. Algunas criaturas no están del todo bien terminadas en su trabajo digital. Las escenas de acción “siguiendo a las piernas” me resultaron ridículas. Por planteamiento… la inevitable “humanización” del Predator. Algunas incoherencias en el guión sobre las que no ahondo para evitar “destripes”. Si los depredadores ya son feos… Dek es el más feo de todos.






