Sisu: Camino a la venganza

📄 SINOPSIS:
Acabada la 2ª Guerra Mundial, y con media Finlandia en manos de la Unión Soviética, Aatami Korpi vuelve a su hogar para recuperarlo y llevárselo a territorio finlandés para recordar y honrar a su familia asesinada. Sin embargo, los jefes del Ejército Rojo, conscientes de que la leyenda de Korpi puede dejarles en ridículo, deciden enviar al único hombre que parece poder pararle los pies: Yegor Draganov, un brutal militar soviético responsable de muerte de la familia de Korpi. (Cineycine).
En 2023, conocimos al hombre que no quería morir: Koschai, el inmortal… o como se le conoce formalmente, Aatami Korpi. Estamos ante un duro comando finlandés que consiguió acabar con un pelotón de nazis sedientos de oro. Ahora, en esta nueva aventura, regresa a su hogar para recuperarlo. Pero en su camino se interpondrá un gigantesco Stephen Lang con la misión de demostrar que este inmortal no es tal. Se inicia así un éxodo de sangre y violencia en ‘Sisu: Camino a la venganza’.
“La verdad es que no recuerdo las caras, solo los gritos, las plegarias y las súplicas… salvo la cara de un niño pequeño. El muy cabroncete tenía un cuchillo, casi me saca un ojo. Quería proteger a su hermano pequeño y a su madre. Tenía que ser el hombre de la casa… pero los hicimos pedacitos con una pala. Los vagabundos y los perros callejeros disfrutaron del festín” (Draganov)

Crítica de Sisu: Camino a la venganza
El sorprendente éxito de ‘Sisu’ (2022) llevó a su director, Jalmari Helander, a ponerse a trabajar en una secuela. El director finlandés había ideado la primera película como un film único sin intención de rodar ninguna segunda parte. Aunque es cierto que tenía alguna idea suelta al respecto… pero el triunfo de su propuesta le pilló totalmente desprevenido. Hablamos de un film de bajo presupuesto que consiguió ganar en varios festivales, especialmente en Sitges. Digerido el éxito, Helander se puso manos a la obra para escribir la segunda parte rodándola en secreto en Estonia. Tan sólo supimos de su existencia gracias a la publicación de una imagen a finales de 2024. Y ahora, casi un año después de aquel anuncio, llega a nuestras pantallas ‘Sisu: Camino a la venganza’. Estamos ante una secuela mucho más cafre, sangrienta y emotiva que su primera entrega.
Helander ha hecho lo que se espera de una secuela de un film como ‘Sisu’. Es decir… ¡hacerlo todo más bestia y triplicarlo! Aquí tenemos una mezcla entre ‘John Wick’ (Chad Stahelski, 2014) y ‘Furia en la carretera’ (George Miller, 2015) con el tono de ‘Malditos bastardos’ (Quentin Tarantino, 2009). Su presupuesto de 12 millones de $ (6 más que la primera) dota a esta continuación de más virguerías respecto a las escenas de acción y gore superando con creces lo visto anteriormente. Además incorpora un humor negro totalmente inesperado en varias de las set-pieces. Todo esto dota a ‘Sisu 2’ de un aire de serie B e ita-exploitation (su violencia es casi cartoon y muy cafre). Helander también amplifica su pasión por el western y el spaghetti-western. El asalto a un camión o las miradas entre Lang y Tommila son un claro ejemplo.

Claro que no estamos ante algo original, puesto que los referentes son cuantiosos y los guiños muy obvios… pero, insisto, la violencia es brutal y disparatada. Ojo a una escena que tiene que ver con un tanque. Nuevamente, el film está estructurado en episodios como su antecesora. Y, para sorpresa inesperada de todos, ‘Sisu: Camino a la venganza’ se pone más emocional que su primera parte. Ya de por sí, esta continuación nos mete de lleno en lo que nos narraba Wolf en aquellos momentos de la primera película. Me refiero al origen de Korpi y cómo llegó a ser el tan temido Koschai (“inmortal”) por parte de las tropas del ejército rojo.
Además de la violencia desmedida, hay que destacar como nuevamente se aprovechan los entornos naturales. Esta vez los de Estonia. Y, por supuesto, seguimos teniendo el consistente uso práctico de los efectos: explosiones, especialistas, prótesis y gore al máximo con un mejor detalle. No obstante, también se escapa alguna pantalla verde de vez en cuando. En cualquier caso, y en líneas generales, el CGI de esta secuela está mejor pulido que el de ‘Sisu’. También hay que alabar la mejoría en la música de Juri Seppä y Tuomäs Wäinolä. Aunque persisten en su homenaje a Ennio Morricone, lo amplían con coros, balalaikas (en consonancia con el tema del pérfido villano soviético), orquesta y su diseño de sonido metálico. Todo para acompañar el tono western/bélico del que ‘Sisu 2’ presume en todo momento.

En el reparto, Helander aprovecha enormemente a su actor fetiche, Jorma Tommila. Esta vez ya ni tan siquiera pronuncia palabra alguna en clara sintonía con el primer film. Su interpretación es puramente física adornada de varias expresiones faciales y haciendo todas sus escenas de riesgo (a excepción de las secuencias de conducción). Así se vuelve a meter carismáticamente en la piel de Korpi durante su sangrienta odisea finiquitando a soldados soviéticos de las formas más creativas e imposibles. Además esta vez aporta un toque emocional y sentimental al principio y al final. Por su parte, Helander filma con buen pulso y buena planificación todas las set-pieces. Si bien es cierto que en esta secuela abundan más los tiroteos que en su primera parte.
Como oposición a Korpi esta vez se ha reclutado a un villano a su altura, Stephen Lang. Como siempre, Lang destaca por su presencia física interpretando y saboreando al pérfido y sanguinario Yegor Draganov. Se trata de un militar soviético encarcelado en un gulag por sus brutales métodos. De allí lo sacarán sus superiores para que dé matarile a nuestro protagonista. Lang viene a ser un maloso típico del cine de acción de los 80 muy duro de roer. Draganov sabe cómo se comporta nuestro héroe de forma milimétrica y hará lo que haga falta para liquidarlo. Atención a sus miradas o a las sentencias que escupe. Por último, destacar también la presencia del muy pétreo Richard Brake como el superior de Draganov.

En conclusión.
Termino esta crítica de Sisu: Camino a la venganza, una secuela que triplica lo visto en el primer film. Es más cafre, violenta y más inverosímil. Pero, sorpresivamente, también ofrece un elemento emocional que la hace distinta a su primera parte. El duelo Jorma Tommila y Stephen Lang es el estandarte de Helander para meter de lleno al espectador en esta odisea de sangre, balas y muchos soviéticos muertos. En definitiva, una cinta de género totalmente desacomplejada para el disfrute más absoluto.
Tráiler de Sisu: Camino a la venganza
Jorma Tommila y Stephen Lang. Su sabor a cinta de género que abarca desde el western, al cine bélico y el ita-exploitation. La nota emocional al final. El pulso firme Helander en las secuencias de acción.
A sabiendas de que es más de lo mismo... no debería sorprender a nadie el que el film no sea un dechado de originalidad.






