La trampa

📄 SINOPSIS:
Un padre lleva a su hija a disfrutar del concierto de Lady Raven, la gran estrella del pop. Sin embargo, y una vez en el estadio, el progenitor empieza a pensar que algo no va bien al detectar la presencia de múltiples cámaras de seguridad y una excesiva presencia policial. (Cineycine).
Después de haber trabajado durante bastante tiempo con Universal Pictures, en 2024, M. Night Shyamalan se cambió a la acera de la Warner Bros. para entregarnos la historia de una huida imposible. Al parecer, Josh Hartnett no tiene ninguna escapatoria porque ha caído en… ‘La trampa’.
“Este concierto es una trampa. Es imposible salir de aquí” (Jamie)
Crítica de La trampa
Esta película escrita y dirigida por M. Night Shyamalan se lanzó a cines siguiendo la línea de sus últimos films. Con esto me refiero a producciones de coste controlado, y autofinanciado, a las que sacarles un rendimiento rápido y atractivo en taquilla. Concretamente, ‘La trampa’ tuvo un presupuesto de 30 millones de $ dejando en las arcas de las productoras la nada despreciable cifra de un poquito más de 83 millones de $. Warner Bros. la distribuyó en cines de todo el mundo con un estreno para Estados Unidos que tuvo lugar el 2 de agosto de 2024.
La trama también fue escrita por el propio Shyamalan, tal y como es su costumbre. En esta ocasión, el director y guionista parte de una premisa casi imposible. A saber: la policía y el FBI deben conseguir identificar y detener a un sanguinario asesino que ha acudido a un concierto de una diva del pop. La tarea parece imposible porque el recinto ha cubierto todo su aforo con 30.000 fans deseosos de cantar y bailar. Como digo, este planteamiento inicial nos puede resultar chocante. Sin embargo, Shyamalan lo sacó de la propia realidad. Específicamente de la conocida como operación Flagship. Hablamos de una operación encubierta que tuvo lugar en 1985 en Washington D.C. Naturalmente, en ‘La trampa’, Shyamalan multiplica y exagera todo a su gusto para su propio disfrute y el de sus fans.
Dejando al margen la “imposible” premisa inicial, la trama está plagada de eso que podríamos denominar como deus ex machina. Es decir, el criminal siempre consigue escapar de las situaciones más complicadas de manera ciertamente inverosímil. Ejemplos de estos en ‘La trampa’ los hay a patadas desde el principio y hasta el final. Tan es así que llega a parecer que Shyamalan se está riendo de nosotros (y nosotros con él). Eso o que el protagonista, el bombero Cooper, forma parte del mismo universo de ‘El protegido’ (2000) y ‘Múltiple’ (2016). En este caso, el superpoder de Cooper sería la suerte casi infinita. Desde luego no hay otra explicación para que salga airoso de los cliffhangers más imposibles. Y no estamos hablando de un tipo de un coeficiente intelectual desmesurado… no, simplemente de un tipo que observa, actúa y tiene mucha potra.
Hablando del bombero Cooper como el brutal asesino apodado “el carnicero” no estoy haciendo destripe alguno. Esto es algo que Shyamalan nos desvela a los 10 minutos. Y nos lo desvela porque esto no va de intrigas criminales, sino de escapar. Respecto a su mentalidad hay que destacar negativamente que el Shyamalan guionista no profundiza nada en la psique del delincuente. Apenas hay tres o cuatro brochazos a su pasado infantil y poco más. Simplemente tenemos a este descuartizador que mata a la gente como un pasatiempo y casi como un reto. Además el hecho de no verlo previamente cometer ningún crimen nos hace sentirlo como un hombre corriente e incluso como un buen padre. Y esto lo relaciono ahora con la labor de Shyamalan detrás de las cámaras…
Respecto al Shyamalan director comentar que consigue un efecto muy logrado y que a todos nos deja en “mal lugar”. Me refiero a que, en todo momento, Shyamalan consigue que nos pongamos de parte del sádico asesino en los sucesos que tienen lugar en el estadio. Nosotros, como espectadores, lo vemos como una víctima acorralada por la policía y “deseamos” que consiga escapar. O, al menos, sentimos muchísima curiosidad por ver como este “amable” bombero logra evadirse de un recinto inexpugnable. Y todo esto además con la carga de estar acompañado, y al cuidado, de su hija pre-adolescente. En esta misma línea resaltar que Shyamalan también logra un gran trabajo de recreación y ambientación de lo que es un concierto medio-alto de una diva de la canción. Aquí estaremos con los fans… pero también visitaremos diferentes estancias del recinto e incluso entraremos al escenario y al backstage.
En la banda sonora todo está puesto para el lucimiento de Saleka Shyamalan, una de las hijas del realizador. Saleka ya había colaborado antes con su progenitor componiendo un tema para ‘Tiempo’ (2021). Pero en ‘La trampa’ va con todo y compuso y grabó la totalidad de las canciones que suenan en el concierto de la película (en total 14). De hecho, Saleka se lleva aquí también el papel de Lady Raven, la diva del pop, y tiene a su disposición todo el escenario del estadio para mostrarnos su arte y voz.
Pasando al casting el gran protagonista es Josh Hartnett como Cooper, un bombero que lleva una doble vida. Por una banda es un amante padre de familia que difunde buenos valores. Y, por otra banda, es un sádico descuartizador que disfruta cortando en pedazos a sus víctimas. Para los amantes de la casquería advertir que de esto último no veremos nada… La labor de Hartnett está bastante bien, sobre todo destaca en su expresión facial logrando transmitirnos mucho del interior de lo que está pensando y pasando su personaje. También muy buena es su compenetración con Ariel Donoghue, la joven actriz está muy natural y entregada a su papel de hija preadolescente de Cooper que lo pasa pipa en el concierto.
Del resto del elenco llama la atención el importante papel de Saleka Shyamalan como Lady Raven. Su rol torna gran importancia en lo que podríamos definir como el segundo acto del film. En el escenario se desenvuelve muy bien ejecutando su profesión: cantante. De hecho, y visto el film, no tendría problemas para dar un gran concierto en vivo y en directo. Finalmente destacar a Hayley Mills y Jonathan Langdon. La primera es la veterana criminóloga que dirige todo el operativo para atrapar a “El carnicero” y vendría a ser su némesis particular. Respecto al segundo decir que interpreta a Jamie, un despreocupado, confiable y amigable vendedor de merchandising que revelará, sin querer, importantes datos a Cooper. Además, Langdon tiene para sí una divertida y sorprendente escena postcréditos.
“¡Hamilton!” (Jamie)
En conclusión.
Finalizo esta crítica de La trampa, una película que tiene dos partes muy bien diferenciadas quedando a gusto de cada cual cómo tomárselas. También esto mismo sucede con su libreto plagado de imposibles cliffhangers para el protagonista. Ya siendo M. Night Shyamalan un cineasta que desata pasiones y desencuentros por igual… creo que ésta bien puede ser una de sus películas más radicales en ese sentido: o la tomas o la dejas.
AVISO: Hay una escena post-créditos iniciales.
Tráiler de La trampa
La dirección de Shyamalan en todo lo que tiene que ver con los eventos desarrollados en el estadio.
El guión tiene tantísimas situaciones imposibles que parece que Shyamalan se está riendo del espectador.
