Redención (Southpaw)

📄 SINOPSIS:
Billy Hope es el campeón de los pesos semipesados, imbatible y tremendamente agresivo en el ring. Fuera del cuadrilátero su vida se mantiene gracias a su esposa, Maureen, y a su hija pequeña, Leila. Por desgracia, durante un encontronazo con uno de sus rivales, termina acabando con la vida de Maureen. Esto lleva a Billy a sumirse en un proceso autodestructivo que termina fulminando todo lo que poseía, incluyendo que Leila acabe en protección de menores. Billy tendrá que volver ahora a empezar de cero con la ayuda de su nuevo entrenador, Tyck Wills. Juntos intentarán regresar a la cima y recuperar a Leila. (Cineycine).
Buscando alejarse del cine más comercial, y menos actioner, Antoine Fuqua filmó este drama de superación ambientando en el mundo del boxeo. Y como protagonista tenemos a Jake Gyllenhaal ofreciéndonos su mejor forma física y su enorme capacidad actoral. Llegó el momento de volver a ponerse los guantes para buscar la… ‘Redención (Southpaw)’.
“Voy a pelear por mi familia… contigo o sin ti” (Billy)
Crítica de Redención (Southpaw)
A Antoine Fuqua le conocemos como un artesano de acción muy de solvente con títulos realmente reivindicables. Aunque siempre se le ha recordado por ser el tipo que rodó ‘Training Day’ (2001). Esta enorme película lo ha perseguido durante muchos años ensombreciendo otros destacados films de su filmografía. Y este podría ser también el caso de la propuesta que hoy reseño. Fuqua quería demostrar que era más que un director de thrillers de acción. Por ello, en 2015 y 2016, se marcó dos proyectos alejados de su especialidad. El primero fue ‘Redención (Southpaw)’, el drama pugilístico que hoy nos ocupa. Y el segundo fue ‘Los siete magníficos’, el remake del western dirigido en 1960 por John Sturges.
‘Redención (Southpaw)’ era un proyecto que llevaba planteándose desde el 2002. Sin embargo, diferentes piedras en su camino hicieron que no fuera posible. Todo hasta que el guión de Kurt Sutter llegó a manos de Fuqua. El realizador le prometió producirla y dirigirla. Y así fue. ‘Redención’ puede ser el film que demuestra que Antoine Fuqua también es un realizador dramático muy válido. Y eso a pesar de que el libreto de Sutter no es especialmente original. Su script no deja de ir en la línea de ‘Rocky’ (John G. Avildsen, 1976). Eso sí, hay ciertos cambios. El más destacado es el propio protagonista que aquí es un campeón y no un boxeador desconocido. Y, también, por supuesto, el tono de crudeza, contundencia y drama que añade un sobrio Fuqua.
Ahondando en lo anterior, más que un film de boxeo o un drama pugilístico, ‘Redencion’ en muchos momentos es un drama descorazonador sobre la autodestrucción. Y, lógicamente, y tal como reza su título, también es una historia sobre la posterior rehabilitación de un individuo que, con un pasado repleto de dificultades, logró alzarse a la cima para, posteriormente, caer en picado. Fuqua usa esta trama para estrujar el corazón del espectador desde el momento en el que tiene lugar el fatal accidente de la sinopsis. A partir de ahí todo es visceral, brutal y, como expuse, descorazonador. Su trabajo detrás de las cámaras eleva lo que podríamos tildar de guión “blandito” a un nivel notable. El cineasta demuestra un gran nivel de madurez dramática y una estupenda dirección de actores.
El trabajo de Fuqua se ve apoyado por la impecable fotografía de Mauro Fiore. Hay mucha cámara en mano y cercanía con los personajes. Todo esto de manera ciertamente realista. Ahora bien, cuando llegan los momentos de los combates, Fuqua se desata. El director nacido en Pittsburgh nos mete de lleno en una carnicería donde prima el físico, el sudor y la sangre. Atención en esos instantes a las gesticulaciones de Gyllenhaal en los momentos en los que mira a cámara como si mirara al público.
Por otro lado, la película está dedicada a James Horner. Esta banda sonora y la de ‘Los siete magníficos’ fueron sus últimos trabajos antes de su fallecimiento, el 22 de junio de 2015. Horner compone un score cien por cien electrónico y lejos de sus piezas más románticas y sinfónicas. Tan solo el piano, tocado por el propio Horner, se distancia del tono global de la BSO. Estamos, sin duda, ante uno de los trabajos más difíciles de su carrera. Y el maestro demostró sus más altas capacidades… más allá de las composiciones que lo caracterizaron desde finales de los 80 y los 90. Ojo a su música en los minutos finales alcanzando una épica que sólo él podía conseguir.
El gran protagonista es Jake Gyllenhaal como Billy Hope. Su rol en este film, más los interpretados en ‘Prisioneros’ (Denis Villeneuve, 2013) y ‘Nightcrawler’ (Dan Gilroy, 2014), lo convirtió en todo un camaleón. Su personaje de Billy Hope es uno de los más destrozados que le ha tocado interpretar en su carrera. El rango de Gyllenhaal a lo largo de la película es tremebundo ofreciendo autodestrucción, drama, compasión,… Incluso a nivel físico, Gyllenhaal se curró tremendamente la parte de boxeador. Destacar además que venía de un cuerpo demacrado para su rol en la citada ‘Nightcrawler’. En ‘Redención’ pasó a ser una auténtica bestia gracias a un entrenamiento a tope de 5 meses.
Contrarrestando la presencia física de Gyllenhaal tenemos a Rachel McAdams. Sin duda estamos ante una actriz que merece un mayor reconocimiento. En este film interpreta a Maureen, la mujer de Billy y el pilar que lo mantiene a salvo. Su interpretación es muy solvente teniendo en cuenta sus pocos minutos. Atención a las miradas de Gyllenhaal y McAdams en el momento trágico. Y si McAdams está bien, lo mismo puedo decir de Oona Laurence como Leila, la hija de Billy y Maureen. Por aquel entonces tenía unos 13 años y tiene a su cargo las escenas más devastadoras a nivel emocional con Gyllenhall.
También está Forest Whitaker haciendo una encarnación tremendamente taciturna de Tick Wills, un antiguo boxeador lesionado y ahora reconvertido en entrenador para jóvenes con problemas. Su interpretación refleja la diferencia con lo que Hope llegó a conseguir. Como siempre, Whitaker destaca por su presencia física y vocal. Pero la gran sorpresa del elenco de secundarios la da Curtis ‘50 Cent’ Jackson con una performance ciertamente competente. Hace de Jordan Mains, el manager de Billy. Su personaje es un hombre rastrero y putrefacto como pocos. Y para completar tenemos a Naomi Harris, Miguel Gomez y Rita Ora. Los dos últimos formando la pareja Escobar. Él como el rival a batir por Billy y ella como su drogadicta novia.
En conclusión.
Termino esta crítica de Redencion (Southpaw), una auténtica sorpresa dentro de la filmografía de Antoine Fuqua. Un film a reivindicar en toda su plenitud y un descarnado drama pugilístico que se eleva no solo por la demoledora interpretación de Jake Gyllenhall, sino también por la enorme capacidad de dirección de actores y sobriedad planificativa de un Fuqua en estado de gracia.
Tráiler de Redención (Southpaw)
Jake Gyllenhaal con una magnífica transformación de progenitor autodestructivo a padre coraje. La sobriedad de Fuqua en el drama y su furia en los combates de boxeo. La música de James Horner.
El guión no deja de ser una versión cambiada de roles de lo que fue la cinta de boxeo por excelencia, ‘Rocky’.
