Keeper

“Es lo peor de ser hombre. Es una mirada a la masculinidad repugnante. Si quieres puedes llamarlo patriarcado o masculinidad tóxica, da igual. Es una representación de lo peor de nosotros mismos como hombres…”. Osgood Perkins nos invita a pasar una velada en una solitaria cabaña propiedad de un ‘Keeper’.

“Estás en tu casa” (Malcolm)

Crítica de Keeper

Osgood Perkins prosigue su carrera comercial en el cine de terror después de sus últimas propuestas. Me refiero a ‘Gretel & Hansel’ (2020), ‘Longlegs’ (2024) y ‘The Monkey’ (2025). Y ahora nos presenta ‘Keeper’, que tiene algunas semejanzas con las citadas películas y otras tantas diferencias. En cualquier caso, lo básico se mantiene puesto que Perkins sigue apostando por el cine de género. Pero ojo, no es un cine de terror u horror al uso, no. Sus films, para bien o para mal, llevan claramente marcada su propia personalidad y estilo. Y esto último hace que no todo amante al cine de género las abrace por igual. En mi caso, ya comienzo a separarme y distanciarme de su particular personalidad como autor. Comento esto porque el “rechazo” que me produjo ‘The Monkey’ se mantiene en ‘Keeper’. Y eso que ambas películas presentan un tono radicalmente diferente.

En la realización de ‘Keeper’ podemos adivinar lo que son ya ciertas trademarks de Perkins. Entre estas estarían los simbolismos, las imágenes perturbadoras, y la pausa y “parsimonia” a la hora de ir desarrollando la historia. Y, tal y como expuse antes, también adivinamos algunas diferencias con sus films anteriores. La más llamativa sería abandonar la oscura ambientación que antes dominaba la escena. En ‘Keeper’ apuesta por la luz en buena parte del metraje. Una luz natural que se cuela por las ventanas sin persianas de la casa de campo de Malcolm. Tan sólo al llegar al tramo final, la oscuridad volverá a adueñarse de la escena retornando así Perkins al redil de su cine anterior. En cualquier caso, ‘Keeper’ bien puede ser su película más luminosa… en cuanto a la iluminación que no a la trama.

Al principio ya dejé claro que ‘Keeper’ es totalmente diferente al tono presentado en ‘The Monkey’. Si recordamos, aquella era una “festivalera” y exageradísima propuesta de humor negro. Pues bien, en ‘Keeper’ no hay nada de eso. Todo lo contrario. La seriedad y la idea de que algunas presencias perturban el ambiente de la casa están ahí casi todo el rato. No hay tiempo pues para gansadas. No obstante, el ritmo de ‘Keeper’ juega claramente en su contra.

Siguiendo el hilo, si ya de por sí ‘Longlegs’ destacaba por la pausa y la “contemplación”… esto se lleva a extremos en ‘Keeper’. Comento esto porque parte del metraje lo pasaremos con Liz sola en la casa. Y esto supone un ejercicio de observación y contemplación (tanto interior como exterior). No me malinterpreten… no me disgusta este tipo de cine, lo que me disgusta es que prácticamente no pase nada ni haya más alteraciones que las visiones y ensoñaciones de Liz. Tan sólo en la revelación del tramo final se animará la cosa. Y esto no deja de ser un problema tanto para un film de terror como para un thriller psicológico. Tan mal está exagerar como minimizar. El acierto es encontrar un equilibrio justo. Algo que no sucede aquí… y más cuando llegamos al final y la propuesta se desata contrastando con todo lo anterior.

El guión es obra de Nick Lepard, en su segundo trabajo con los lápices después de ‘Dangerous Animals’ (Sean Byrne, 2025). Su labor en ‘Keeper’ abraza el “lugar común” de mujer que se siente aislada y perturbada en una casa que no conoce. Y, para colmo, las pistas, sucesos e ideas que va encontrando, presenciando y teniendo… la llevan a sospechar que el hombre al que ama la está traicionando con otra mujer. Así pues, nuevamente el hombre es aquí un blando (Malcolm) o una persona tóxica (Darren). Como vemos, este planteamiento se ha repetido ya cientos de veces… especialmente en los últimos años con el machaque de cierta ideología. Ideología que Osgood Perkins abraza y filma con gran entusiasmo. Para probar esto que digo basta con leer la propia introducción de esta reseña.

Al margen de lo anterior, hay atractivas novedades que explicarán determinados comportamientos… y me atrevo a decir que no causarán indiferencia. Las mismas tendrán lugar ya hacia el final. Por lo menos, a mí me valieron por todo lo anterior. Aunque el final es de esos que más de uno necesitará de aquellos artículos tan de moda no hace mucho tiempo que explicaban el final hasta de las películas más tontas. Y, precisamente, son estas “explicaciones” las que conectan a ‘Keeper’ con el fantástico. Incluso podríamos encuadrarlas dentro de eso que llaman “folk-horror” y de determinadas mitologías en las que no ahondaré para evitar spoilers. Además tendremos también algún que otro jumpscare de baratillo y un maquillaje que, llegado el momento, resulta más que cumplidor.

En el reparto la protagonista principal es Tatiana Maslany en un doble papel. Eso sí, del segundo no diré nada para evitar “destripes”. Su rol principal es el de Liz, una pintora urbanita que parece tener una cierta cualidad sensitiva. Y es por este motivo por el que la cabaña le causa perturbaciones… Sobre su actuación decir que es la más completa del cast porque su personaje pasa por muchos más estados de ánimo que el resto. Y en todos sobresale realizando una más que correcta labor. Eso sí, su personaje no es que caiga del todo bien.

El segundo papel en importancia va para Rossif Sutherland como Malcolm, un médico de posibles que ha conseguido enamorar a Liz. Su performance es la de un hombre tranquilo. Malcolm es un tipo blando que no se altera ni cuando su primo irrumpe sin ser invitado para fastidiarle su romance con Liz. En líneas generales, Sutherland se adapta bastante bien a este tipo de personaje que se comporta como si tuviera ya la lección muy bien aprendida. Y esto último es algo que, cuando corresponda, se explicará y «justificará».

Entre los secundarios quien tiene una participación más relevante es Birkett Turton como el primo Darren. Su trabajo en la interpretación de este personaje es hacer que nos caiga realmente mal en sus contadas apariciones. Y realmente lo consigue, así que Turton hace un buen trabajo encarnando a este “capullo integral” en palabras de Malcolm. Acompañando a Turton debuta en la gran pantalla la modelo conocida como Eden Weiss. En la película interpreta a Minka, una supuesta escort que ha contratado Darren y de la no recuerda ni su nombre. Este detalle ya nos deja bastante clara la personalidad antes comentada del molesto primo. Respecto a la labor de Eden, poco o nada se puede decir de ella puesto que sale muy poco y sus líneas de diálogo no llegan a completar dos frases.

“¿Te ha dejado aquí sola en vuestro primer fin de semana?” (Darren)

En conclusión.
Finalizo esta crítica de Keeper, un film de temor psicológico y de intriga más que de terror puro y duro (esta parte queda reservada para el clímax). Incluso si queremos podemos intentar “encuadrarlo” en eso que se ha dado en llamar “terror elevado”. Personalmente la veo como una decepción y pienso que esta puede ser la peor película de Perkins, aun con todo el disgusto que me provocó la gansada de ‘The Monkey’. Al menos en esta última no había carga ideológica insultante y tan solo una fiesta de gore y mamarrachadas terroríficas.

Tráiler de Keeper