Chisum

📄 SINOPSIS:
El ganadero John S. Chisum lucha contra el nuevo magnate Lawrence Murphy por el control de las tierras en el Condado de Lincoln, sobre las orillas del Rio Pecos. Todo acabará por estallar irremediablemente cuando Billy el niño, que trabaja para un socio de Chisum, sea presionado para volver al camino de las armas. Excusa que Murphy aprovechará para montar una partida de caza legalizada contra el hombre regalando placas a varios de los antiguos compañeros de Billy, incluido su enemigo Dan Nodeen. (Cineycine).
“Dicen que no eres capaz. Escucharás esa opinión o traerás el ganado a través de Río Rojo. Dicen que no eres capaz. ¡Demuestra que se equivocan! Sigue avanzando hacia El Pecos para encontrarte a ti mismo. Lograste atravesar grandes ríos, venciste a comanches, a la lluvia y al desierto. Trajiste tu ganado hasta el oeste. ¿Pero es esta tu tierra prometida? Has ganado cien batallas…. más la lucha sigue en pie”. John Wayne es ‘Chisum’.
“Hay una diferencia fundamental entre el señor Chisum y yo. El señor Chisum es un hombre que respeta la ley. Y aquí la ley está a mi servicio” (Murphy)
Crítica de Chisum
Un mito americano mano a mano con otro mito americano. John Wayne logró en el inicio de los años setenta levantar un western claramente tradicional, con un espíritu festivo y para casi todos los públicos. Y esto le sirvió para relanzar y reafirmar su reinado en el género estadounidense por excelencia. Para narrar su idealizada visión de la guerra del condado de Lincoln, con la inevitable inclusión de Billy El niño y Pat Garret, decidió contar con viejos conocidos suyos en el reparto. A los mismos les sumó un nombre de probada eficacia en la dirección: el altamente solvente Andrew V. McLaglen. El veterano director venía de dirigir a “El Duque” justamente el año anterior en ‘Los indestructibles’ (1969).
‘Chisum’ vio la luz el 24 de julio para una premiere en Dallas (Texas, EEUU). Posteriormente, el 29 de julio de 1970, tuvo lugar su estreno a nivel nacional. La cinta tuvo un rodaje bastante tranquilo y fraternal entre octubre y diciembre de 1969 en platós de la propia Warner. También se realizaron grabaciones en enclaves de México donde trascurrió la propia historia verídica. La película fue bien publicitada por Warner Bros a petición de Batjac, productora del propio Wayne, con la clara vocación de levantar el interés de las familias americanas. Familias que luego acudirían a los cines en verano a ver uno de sus grandes estandartes vivos de la industria.
El guión contó con la adaptación de su propio material a cargo de Andrew J. Fenady. Este fue, sin duda, su crédito más conocido. Su labor de compresión de personajes, y de la larga historia que quiere contar, es realmente buena. Además se ve apoyado por dos creaciones ejemplares a nivel actoral sobre los roles asignados a cargo del propio John Wayne y de Forrest Tucker. Papeles y enfrentamiento que es el eje del relato. Dejando en un conveniente, y buscado segundo plano, al resto de personajes. Aun así, sí que se presta atención a otros protagonistas que lucen bien perfilados.
La cinta avanza mezclando un tono ligero que incluso abraza la comedia costumbrista, con la inclusión de elementos intimidantes menores, sobre todo para que John Chisum afine los puños. La trama también da espacio para realzar la figura romántica del mito americano. Aquel que decidió enfrentarse a lo desconocido en busca de prosperidad, llegando hasta Nuevo Méjico, un territorio inexplorado, donde poder erigir un futuro mejor para él y para su propio país. Resulta formidable la lección que Wayne da en ese aspecto. “El Duque” lanza un potente mensaje a su propio país sobre los valores que debían recuperarse y no olvidar. Para la historia queda la frase final de su personaje (recuperada al pie de esta reseña).
‘Chisum’ es un western muy bien filmado. La propuesta cuenta también con un ritmo que va in crescendo y que aprovecha firmemente las buenas manos de su director, el ya citado Andrew V. McLaglen. Sobre las hostilidades, la acción y los tiroteos, el film es de esos que se va cociendo a fuego lento. Así hasta llegar a estallar por completo en un clímax clásico, pero realmente vistoso en el que todos los personajes con temas pendientes convergen en el mismo lugar para ajustar cuentas de forma irremediable. Ahí es donde se concentran la mayor parte de los tiroteos. Los mismos destacan por la crudeza con la que son visualizados produciendo el efecto de que la vida en Lincoln City no valía nada. Antes de eso tan sólo presenciaremos algunos ajustes de cuentas rapidísimos casi todos bajo el gatillo de Billy El niño.
En cuanto a la fotografía de William H. Clothier estamos ante un aspecto notable que se eleva junto a la briosa dirección de McLagen. Totalmente ambiental luce la tradicional elección musical. Las canciones hablan de los personajes y apoyan sus actos. Hablamos de una banda sonora a cargo de Dominic Frontiere. Se incluye el tema ‘La balada de Chisum’ que abre al film. Y lo abre con unos créditos iniciales, a modo de postal comiquera, sobre las hazañas que llevaron a Chisum a ser el hombre que conoceremos en ese verano de 1869.
El casting de ‘Chisum’ está encabezado por un imponente y soberbio John Wayne (John S. Chisum). “El Duque” entrega un papel al que nada se le puede reprochar. Por aquel entonces todavía presentaba una figura heroica y paternal. Y en el film se deja sentir como un hombre confiable, recto y directo. Un tipo que hacía las cosas que estaban mandadas y que no toleraba las injusticias. Atención a sus entradas en acción y tremebundas sentencias a determinados personajes que creen pueden salirse con la suya. Principalmente sus careos con Murphy y con un sargento de la guarnición que falta al respeto a Búfalo Blanco. Hay que destacar también el doloroso trasfondo romántico de Chisum que se revela con la visita de su sobrina Sallie, interpretada por Pamela McMyler. Y también a la genial relación con su mano derecha Pepper, encarnado por Ben Johnson.
El segundo en importancia sería un perfectamente insidioso Forrest Tucker como el hacendado sin escrúpulos James Murphy. Este personaje hereda el rol, convenientemente modificado del original, para agrandar la leyenda antes que la verdad. Algo al más puro estilo ‘El hombre que mató a Liberty Valance’ (John Ford, 1962). Del resto de importantes secundarios conviene resaltar los papeles de algunos de ellos. Me refiero a Christopher George (Nodeen) como un vengativo cazarrecompensas con cuentas pendientes con Billy. Richard Jaeckel (Jess Evans) como un antiguo compañero de correrías del propio Billy. Glenn Corbett es Pat Garret y deja para el recuerdo su monólogo sobre el olor a muerte. Y, por último, Geoffrey Deuel en el complicado papel de Billy Booddie, alias El niño. No es para nada una mala labor la suya, pero quizá hubiera sido necesario un actor joven más consumado para dicho rol.
“Vaya la gente donde vaya, antes o después llegará la ley. Y antes o después descubrirán que Dios estuvo allí” (Chisum)
En resumidas cuentas.
Acabo esta crítica de Chisum, buenas historias de fondo, revelaciones vitales que dan a los personajes un arco para decidir quiénes son y cómo quieren ser recordados. Acción, tiroteos, peleas y lecciones de historia para todo buen amante del género. Un entretenimiento fabuloso y, sin duda, una apuesta ganadora para quienes desean pasar un buen rato viendo una de esas películas con la ambición de entretener y enseñar parte de la historia que hizo grande a América.
Tráiler de Chisum
La lección de carisma, porte y valores que regala John Wayne. Lo bien llevado del enfrentamiento entre Chisum y Murphy. Las lecciones de vida que va regalando el film. Su clímax estampida mediante.
La barba de Richard Jaeckel no sigue parámetros lógicos de crecimiento. Hay momentos del enfrentamiento final en donde se nota bastante el doble especialista de Chisum. Aunque no es la historia principal, queda algo tapada la trama que une a Pat Garret con Billy, algo que Peckinpah aprovecharía tres años más tarde para firmar su ejemplar ‘Pat Garret y Billy The Kid’ (1973).