Apostando al límite

📄 SINOPSIS:
Brandon Lang era un prometedor jugador universitario que se lesionó de gravedad justo cuando estaba a punto de dar el salto a las grandes ligas. Ahora, en plena caída, está trabajando para una línea 900. Ahí es donde es descubierto por uno de los grandes jefes de los chiringuitos de apuestas de Nueva York… pero su salto al éxito tendrá un precio. (Cineycine).
“Tu problema no es el juego. Eres una birria… como un mal coche. Tienes algo defectuoso dentro de ti y todos los de esta habitación somos unos birrias. La mayoría de los jugadores cuando lo hacen es para ganar. Pero cuando nosotros jugamos es para perder. Hasta cuando ganamos solo es cuestión de tiempo que volvamos a perder. Los birrias tenemos que cagarla constantemente porque así recordamos que estamos vivos”. Al Pacino y Matthew McConaughey viven y mueren ‘Apostando al límite’.
“Todo es cuestión de dinero. Existen reglas para el éxito. La número uno es: Saber lo que sabes, saber lo que no sabes y yo tengo que saber todo lo que sepas en cuanto lo sepas o antes” (Walter Abrams)
Crítica de Apostando al límite
Con el título original de ‘Two for the Money’, y bajo la dirección de D.J. Caruso, en el año 2005 nos llegaba este drama deportivo sobre perdedores en un ambiente aparentemente superficial donde todo es simular, vender ilusiones a los jugadores, la ambición de una vida mejor y del éxito al alcance de cualquiera. Siempre que midamos el éxito por dinero…
El film fue una producción de Universal Pictures cifrada en 35 millones de dólares que se basaba en hechos reales sobre la vida de Brandon Lang. Según este, en el film todo está mucho más edulcorado de lo que pasó en la realidad. El personaje de Lang lo interpreta en el film Matthew McConaughey. Por aquellos años, el actor anhelaba huir de las muy bien pagadas comedias románticas y tontorronas en donde Hollywood lo quería encasillar.
Volviendo con D.J. Caruso, como director, resaltar que venía de darse a conocer en circuitos menores con ‘The Salton Sea’ (2002). Caruso fue el elegido para ponerse tras las cámaras de ‘Apostando al límite’. Esta propuesta tenía poco o nada que ver con sus trabajos anteriores. Aquí se sube al estilo de Ron Shelton en su vertiente de dramas deportivos. Se podría decir casi que copia plano por plano el estilo de este. Seguramente muy influenciado por el guión obra de Dan Gilroy. Un libreto que traza una historia clásica de caída, alzamiento y redención típicamente americana. Eso sí, plenamente amena y sensacionalmente interpretada.
El tono del film camina por el drama, las películas de jugadores, el ambiente de los chiringuitos de timadores con tipos apostando más dinero del que pueden permitirse… y con los ganchos vendiendo castillos de arena con tal de seguir engrosando su nómina. Sobre todo, la cinta no habla de dinero o apuestas. Ni siquiera de deporte. Lo que de verdad mueve a todos los personajes es la adicción. La adicción a lograr la aprobación de los demás. La adicción a todas las drogas conocidas o la misma adicción a caer y que alguien nos ayude a levantarnos, a ser atendidos, a sentir que le importas a los demás… Cierto es que la dinámica padre sustituto y/o mentor-discípulo alza el film sobre los del mismo tema. Y lo hace por lo bien plasmada que se presenta y, especialmente, por la motivadísima recreación de Al Pacino.
La fotografía obra de Conrad W. Hall logra recrear unos ambientes muy específicos en varios lugares y tiempos narrativos. Aquí vamos pasando desde el joven Lang en su búsqueda del sueño de llegar a las grandes ligas de futbol… al Lang caído en desgracia y a su alzamiento en Nueva York con la gran manzana y su aura de lugar donde todo puede suceder y los ganadores van a ganar. Sin duda, un enclave perfecto para el segundo y tercer tramo de la cinta. La música del evento va a parar a la batuta de Christophe Beck cumpliendo sin estridencias con el envite.
En el casting sobresalen los tres personajes que ya vienen bien resaltados en el póster. Ojo la presentación de un glorioso Al Pacino cuando lucha, tras el teléfono, por conseguir un elefante para el sexto cumpleaños de su hija. También destaca su secuencia en la terapia de adictos y la descomunal escena en donde Brandon Lang acude a pedirle un aumento tras un pellizco de 2 millones de ganancia. Estas escenas valen por toda la película. Pacino da al espectador una de sus últimas grandes creaciones de personajes directos a su galería de máscaras. Bien es cierto que su Walter Abrams tiene ecos de otros ya creados por el actor, pero también es cierto que su labor sobresale muy por encima de todas las siguientes que interpretaría este astro de la pantalla, salvo la que llevaría a cabo en ‘El irlandés’ (Martin Scorsese, 2019).
El segundo a destacar es Matthew McConaughey. Encarna a Brandon Lang, un exjugador retirado por una grave lesión de rodilla con un don para los deportes. Ahora es un fracasado que debe transformarse en el ganador John Antony, un vendedor de sueños. Muy buena labor la suya. En la misma se vislumbra su camino al crecimiento como actor mayúsculo que McConaughey llevaría a cabo a partir de su definitivo cambio de registro en ‘Killer Joe’ (William Friedkin, 2011).
En tercer lugar está Rene Russo (Toni) dando vida a la esposa de Walter y su auténtico sostén vital. Una mujer que se tuvo que hacer a sí misma tras una terrible infancia. Otra labor excelente que completa perfectamente la dinámica coprotagonista. También se deja ver por la película Armand Assante (Novian) con una breve aparición como un puertorriqueño que apuesta muy fuerte y no soporta perder. No se pierdan su visita a Nueva York con durísimo careo con Lang y una resolución totalmente inesperada. Y ya, por último, citar a Jeremy Piven como Jerry, un tipo que basa sus estadísticas de apuestas en un sistema informático y que antes de Lang solía ser el niño bonito de Walter.
“¿Sabes por qué el partido del lunes es el de más audiencia? Porque es la última oportunidad que tienen los apostantes de salir del agujero para pagar a sus corredores de apuestas el martes” (Walter Abrams)
En resumidas cuentas.
Acabo esta crítica de Apostando al límite, un atrapante drama sobre los negocios del deporte en donde Al Pacino y Matthew McConaughey se alinean creando una gran dinámica de mentor y discípulo. Una de las grandes, y últimas, apuestas a grandes salas con Pacino aún con aura de estrella de cines con posibilidades en taquilla.
Tráiler de Apostando al límite
Pacino dando un recital en cada escena y haciendo mejores a todos los que le rodean. Como lejos de la gloria del deporte se muestra la cara más ambiciosa y desesperada de las apuestas.
Hay tramas que se abren y no terminan de cerrarse como la que envuelve a Novian o a la madre y hermano de Brandon. Ciertos toques efectistas del guión de cara al lado oscuro de Walter Abrams.