Tenerife Noir 2025: Entrevista a Steven E. de Souza
Comparte con tus amigos










Enviar

El guionista y director Steven E. de Souza participó en el Festival Atlántico de Género Negro Tenerife Noir. Y lo hizo con motivo de hasta cuatro jornadas plenas de aprendizaje sobre escritura, rodaje, aprovechamiento de ideas y presupuestos más dirección e historia del comic, el noir y el cine de acción y criminal. Gracias a tan destacado maestro pudimos aprender mucho más del séptimo arte.

Tenerife Noir 2025: Entrevista a Steven E. de Souza

Nacido en Pensilvania (Filadelfia-EEUU), en 1947, Steven E. de Souza es el autor de los guiones que dieron pie a obras de inmortal calado comoLímite 48 horas (Walter Hill, 1982), Commando (Mark L. Lester, 1985), Jungla de cristal (John McTiernan, 1987) o Ricochet (Russell Mulchay, 1991). Y estas por citar solo algunas destacadas películas de su filmografía con los lápices. Hablamos de un guionista amado por cualquier fan que se precie del actioner ochentero.

Su faceta como director es menos conocida, pero también tiene algún crédito por todos conocido. Me refiero, sin duda, a Street Fighter: La última batalla (1994). Pues bien, como realizador presentó en el festival la variación del caso que inspiró a William Peter Blatty para crear El exorcista (William Friedkin, 1974). Adaptada por el propio de Souza al esquema de film noir y titulada ‘Possesed’ (1999). También visionamos el trabajo found-footage conjunto y coordinado por él mismo: ‘Unkown Sender’ (2008, 2011). Y, por último, de Souza presentó dos capítulos de ‘Historia de la cripta’ en los que estuvo involucrado: ‘Til Death’ y ‘Carrion Death’. Ambos basados en sendos cómics de su infancia. El primero de ellos escrito por su esposa Jeri Barchilon, y el segundo por él mismo y del que también se ocupó de la dirección.

De Souza recibió de manos de Julio Peces, director de la asociación unicornio derivada de la semana fantástica de Málaga, el premio a toda su trayectoria. Y concluyó su paso por el festival con la proyección de ‘Jungla de cristal’, sumado a un coloquio posterior. Y fue en medio de toda esa vorágine de eventos cuando pudimos lograr entrevistarle en exclusiva. En las siguientes líneas podréis leer todo lo que nos contó…

-PREGUNTA: ¿Cómo de lejos le queda yaLímite 48 horas que supuso su paso de la televisión al cine?
-RESPUESTA: Yo había trabajado ya con parte de los productores de ’48 horas’ y acabé heredando aquel guión que llevaba dando vueltas más de una década por Hollywood. Imagínate que al comienzo eran Robert Mitchum (el poli) y Clint Eastwood (el convicto). Luego lograron fichar a Eddie Murphy. Y allí fue donde entré yo. Walter Hill sinceramente tenía recelos conmigo. ¿Un guionista de televisión? Pero le aseguraron que sabría adaptar el material. Y así fue.

-P: Usted fue el autor definitivo de la madre de todas las películas de machos y héroes musculados:Commando’. ¿Necesitó tomar esteroides para escribirla?
-R: No (risas). Si acaso cantidades ingentes de café. Lo primero que hice con ‘Commando’ fue conocer a Schwarzenegger. Un productor amigo mío me dijo una vez: “Si tienes un actor cuya primera lengua no es el inglés, no le pongas a recitar trabalenguas…”. Cuando conocí a Arnold analicé su voz, vi su potencial cómico, y escribí específicamente el material en donde intuía que él se vería más cómodo. Venía de dar vida a un bárbaro que casi no hablaba y a un robot sin sentimientos. Yo le di ese arco en donde pudo cimentar todos sus personajes posteriores. Nos convertimos en amigos y Arnold siempre me expresó su aprecio y agradecimiento por todo lo que hicimos juntos.

-P: Cambiando de film,Ricochet es sensacional. Me llama mucho la atención el uso que usted hace de la televisión para alzar la carrera de un hombre y luego destruirla. ¿De dónde surge esa filia/fobia suya?
-R: La cámara, el periodista o el reportero son una fuente de surtir información resumida al espectador. Fíjate como se hizo en Sin perdón para narrar la historia. Es lo que yo busco. Casualmente mucha gente me habla de ‘Ricochet’ como una gran película. Pero, en su momento, fue muy vapuleada. Y de un tiempo a esta parte parece que la están recuperando… incluso críticos que la destrozaron en aquellos años.

-P: Hilando con lo anterior, Street Fighter fue su mayor ambición comercial y, al mismo tiempo, un fracaso. Vaya por delante que, personalmente, con 13 años me encantó…
-R: Es que esa era la base del público que queríamos. Ese era el humor. ¿Te acuerdas de la escena de “Rápido cambia de canal”? Es un humor intencionadamente estúpido. Pero los críticos decían: “no puedes hacer una película de un videojuego”. Pero,Qué bello es vivir es una película a partir de una postal de Navidad…

-P: ¿Cómo fue el rodaje?
-R: Filmamos en Australia. Cuando llegué tenía una nota de mi asistente: “Llama a este número, tenemos un problema con Raúl Julia”… Resulta que parecía enfermo. Creíamos que era por haber rodado una película en Brasil recientemente. Pero no, era cáncer. Estaba hecho un esqueleto. Nos habíamos gastado la mayor parte del presupuesto para actores en Van Damme y Raúl. No podíamos conseguir buenos peleadores. Así que buscamos actores baratos a los que luego enseñaríamos a pelear. Pero como Raúl estaba enfermo, tuvimos que construirle un traje que pareciera que tenía una presencia intimidante y cambiar el plan de rodaje. Filmar todas las peleas primero y luego el diálogo. Aquello fue traumático. Los actores no habían podido entrenar lo suficiente. Por ejemplo, el combate de Vega tuve que detenerlo con la llegada del tanque y Guile… ¡porque el actor no sabía pelear!

-P: Y en su libreto paraEn el ojo del huracán’, ¿Qué sucedió?
-R: ¿Sabes qué significa el título original, ‘Knock Off’? Es como en inglés una copia. Era todo lo que NO quería hacer con aquel guión. Pero también era un momento en donde Hong Kong pasaba a soberanía China. Mis villanos eran chinos en el film, pero los productores tuvieron problemas con aquello. Y los cambiaron a rusos, convirtiendo mi libreto que era anti cliché en, precisamente, eso. Además, Tsui Hark no hablaba inglés. Ellos estaban en Hong Kong y yo en EEUU. Así pues, se hicieron un lío con los guiones. Al final tuvimos que hacer varios apaños en post-producción para intentar arreglarlo como grabar otros diálogos que dieran sentido a la trama. Pero era casi imposible.

-P: Ha trabajado con Schwarzenegger, Stallone, Wills, Van Damme. ¿Quién es para usted el mejor?
-R: Arnold. Trabajé con él cinco veces. Tuvimos mucha afinidad. Yo le conocía bien e intentaba sacar lo mejor de él. Willis es, sin duda, el mejor actor de todos. Stallone podría ser tan bueno, pero va por su cuenta.

-P: ¿Qué le pasó exactamente con Stallone?
-R: Sly no quería cambiar el rumbo. Tras ‘Jungla de cristal’ vino a mí pidiéndome un guión de ese tipo. Carolco lo iba a producir. Se llamaría ‘Isobar’. Trataría de la llegada de un tren bala a un futuro cercano de Estados Unidos. Sly sería un tipo ordinario. Alguien a quien confundían con un héroe. Pero no lo era, era un ejecutivo del tren que se preocupaba de que todo estuviera bien. Iba al gimnasio cinco veces por semana, pero no era un agente secreto. Sly estaba de acuerdo. Pero en las reuniones de tratamiento venía y me decía: “Steve ¿Y si tengo un pasado militar? ¿Y si antes era un paracaidista?”. Yo le contestaba: “No, Sly hablamos de un tipo normal…”. ¡Aquello era desesperante! El proyecto al final se cayó tras Carolco declararse en quiebra.

-P: ¿Tiene alguna idea para volver al universo ‘Jungla de cristal’?
-R: Ya lo hicimos con las secuelas. La película se convirtió en un género en sí misma. La segunda, que yo también escribí, seguía ese patrón de estar ambientada en un lugar cerrado y claustrofóbico. Y el héroe solo contra todos. Con la tercera, aunque seguía siendo buena, cambiaron. Y luego ya se convirtió en un superhéroe.

Posteriormente vinieron las exploitations: variaciones de mi historia en un avión, en un tren, en un estadio de hockey. Lo más bizarro fue cuando, a finales de los 90, vino un productor y me dijo: “Quiero que vuelvas al cine de acción. Tengo un guión… Es ‘Jungla de cristal’ en un… ¡edificio!”. Por supuesto que no la hice. Era malísima. Y solo le habían cambiado el sexo al protagonista, que ahora era una policía. Conté la historia y nadie me creía. Así funciona Hollywood. Hasta que se lo dije a Bruce Willis. Él lo dijo en una entrevista y aquello se convirtió en una broma viral.

Y hasta aquí este articulo especial sobre el paso de Steven E. de Souza por el Tenerife Noir. Todo un placer hablar de cerca con un imprescindible del actioner que todos conocemos y amamos. Nos leemos en próximos artículos.

Nota: La foto de nuestro compañero J. Glez con Steven E. de Souza corresponde a Alex Ro.

Escucha nuestro podcast