Estrellas ochenteras estrelladas

9 de septiembre de 0208 Por Carlos G.
CategorĂ­as: MonogrĂĄficos

Los años ochenta… La edad dorada del cine para unos, un nido de subproductos para otros. En cualquier caso un estilo Ășnico de hacer pelĂ­culas que ha pasado a la memoria colectiva y ha dejado una profunda huella en la historia del cine. Muchos de los actores que nos encandilaban en aquellos tiempos se han consagrado llegando a convertirse en rutilantes astros del celuloide, pero otros vieron cĂłmo su estrella se iba apagando lenta e inexorablemente. De estos Ășltimos hablaremos, algunos de los casos que mĂĄs me han sorprendido. Acompañadme en este curioso viaje a travĂ©s de las luces y las sombras de estos actores que podĂ­an haber llegado a lo mĂĄs alto y se quedaron en el camino en

Estrellas ochenteras estrelladas

Ralph Macchio, el eterno adolescente.
Nacido en noviembre de 1961, este actor norteamericano de origen italiano siempre serĂĄ recordado por su papel de Daniel Larusso en la saga de Karate Kid‘. ÂżQuiĂ©n no ha imitado alguna vez la postura de la grulla en el salĂłn de casa? Pero no nos anticipemos… DespuĂ©s de haber participado en multitud de anuncios, a este joven actor de aspecto aniñado le llegĂł la oportunidad con la serie ‘Con ocho basta’, era el trampolĂ­n que esperaba para hacerse un hueco en el mundo del cine, y prueba del Ă©xito que cosechĂł es que fuera contratado en 1983 para participar en la pelĂ­cula de Coppola ‘Rebeldes’ junto a futuras estrellas como Tom Cruise, Nicholas Cage, Patrick Swayze, Johnny Depp o Matt Dillon.

En 1984 consigue el papel principal en la pelĂ­cula ‘Karate Kid’ junto al inolvidable Pat Morita y se convierte en un Ă­dolo para los adolescentes de medio mundo, llegando a protagonizar dos secuelas de esta saga. Su aspecto aniñado fue en gran parte culpable de que acabara encasillĂĄndose en el cine juvenil con otras pelĂ­culas como ‘Crossroads’. Esto conllevĂł que papeles mĂĄs dramĂĄticos como ‘Profesores de hoy’ pasarĂĄn desapercibidos, aumentando con ello el hastĂ­o de Macchio por el mundo del cine.

A partir de los 90 se retirĂł para centrar su carrera en el teatro, protagonizando puntualmente ‘Mi primo Vinny’ junto a Marisa Tomei y Joe Pesci, pero la luz que le habĂ­a llevado a lo mĂĄs alto fue apagĂĄndose paulatinamente. En años posteriores fue aclamado con la obra teatral ‘CĂłmo triunfar en los negocios sin dar golpe’ y en el año 2002 llegĂł a dirigir la pelĂ­cula ‘Love Thy Brother’ con la que fue premiado. Actualmente ha recuperado mucha popularidad y Ă©xito gracias a la serie Cobra Kai‘.

El delirante caso de Kirk Cameron.
En el año 1985 una serie televisiva irrumpĂ­a en nuestros comedores con inusitado Ă©xito, era ‘Los problemas crecen’, que narraba la vida de una familia de clase media americana. El personaje de Mike Seaver, interpretado por un joven actor llamado Kirk Cameron, se destacĂł rĂĄpidamente, llegando a acaparar el protagonismo de la serie. Cameron pasĂł a ser un referente para el pĂșblico adolescente y muchos medios no dudaron en calificarlo como el nuevo Michael J. Fox, llegando a protagonizar ‘De tal astilla tal palo’ junto al inolvidable Dudley Moore sin que la pelĂ­cula tuviera demasiado Ă©xito…

La serie durĂł siete temporadas, pero fue mĂĄs o menos en 1990, tras una visita a la iglesia en compañía de una chica, cuando el amigo Kirk vio la luz. PasĂł de ser un ateo recalcitrante que se reĂ­a de los creyentes y hacĂ­a mofa del cristianismo a convertirse en un religioso devoto y fanĂĄtico. Ya fuera debido al consumo excesivo de peruvianos o a un mamporrazo en el occipital, el nuevo Kirk Cameron habĂ­a nacido. SĂșbitamente, con la nueva temporada, los compañeros de rodaje notaron que su comportamiento habĂ­a cambiado. El nuevo Kirk se mostraba distante, abominaba de la serie, criticaba los valores que comunicaba y segĂșn palabras textuales suyas «estaba llena de inmoralidades».

Su atrevimiento llegó incluso al punto de llamar al presidente de la cadena ABC para que modificara el guión, el cual consideraba «irreverente y pornogråfico». Fue precisamente gracias a sus quejas que la actriz Julie McCullough fue despedida de la serie tras haber posado para Playboy. Tras casarse con su actual mujer, Chelsea Noble, la incluyó en el reparto de la serie porque se negaba a realizar escenas romånticas con otras mujeres.

Tras acabar con ‘Los problemas crecen’ Cameron se dedicĂł a hacer pelĂ­culas con mensaje bĂ­blico y horroroso argumento, autĂ©nticos churros, os lo aseguro. Pero viendo que no era suficiente se decidiĂł a dar el paso y convertirse en predicador. En el año 2003 empezaba a emitirse su nuevo programa, ‘The Way of the Master’, junto a otro charlatĂĄn muy conocido, el fundamentalista y ex-vendedor de tablas de surf Ray Comfort. Desde entonces el imperio «cristiano» de Kirk Cameron no ha parado de aumentar y ya no sĂłlo cuenta con su programa de televisiĂłn, sino que se ha expandido a la radio e incluso ronda por ahĂ­ una versiĂłn multimedia en CD de sus lecciones. Libros, revistas, DVDs, coleccionables… Una cantidad enorme de merchandising con la que ganarse la vida salvando a infieles y pecadores. Y es que ya lo dicen, en Estados Unidos o eres agnĂłstico o fanĂĄtico religioso.

La CoreymanĂ­a, o cĂłmo descender a los infiernos.
Quizås algunos recordéis a una pareja de actores que se hizo muy popular, ya no sólo por sus películas sino también por las legendarias fiestas que se pegaban y que les llevaron a tirar al retrete un prometedor futuro como actores. Hablamos de Corey Haim y Corey Feldman.

Corey Haim habĂ­a trabajado en un par de series como secundario, pero no habĂ­a acabado de despegar. Fue en 1985 cuando le llegĂł la ocasiĂłn con la pelĂ­cula ‘Admiradora secreta’, junto a Thomas Lowell, Fred Ward y Kelly Preston. Le seguirĂ­an la terrorĂ­fica ‘Miedo azul’ y ‘El romance de Murphy’ con Sally Field. En 1986 nos sorprendĂ­a con el drama juvenil ‘Lucas’, acompañando a Charlie Sheen y una joven Wynona Rider. Por su parte, Corey Feldman habĂ­a empezado rodando anuncios para McDonalds pero habĂ­a iniciado una meteĂłrica subida con pelĂ­culas como Los Goonies‘, ‘Cuenta conmigo’ oGremlins‘.

En 1987 compartieron cartel en ‘JĂłvenes ocultos’, iniciando una particular amistad basada en los excesos y llegando a rodaron juntos ‘Papa Cadillac’, que fue un gran Ă©xito de taquilla. Se iniciaba la CoreymanĂ­a, que los convirtiĂł en una pareja de moda en las crĂłnicas salvajes de Hollywood. Pero poco mĂĄs harĂ­an, y hacia la dĂ©cada de los 90 ya habĂ­an iniciado una notable cuesta abajo en su carrera, claramente influenciada por las juergas, los desfases varios y la adicciĂłn a la heroĂ­na.

A partir de ahĂ­ trataron de ir cada uno por su banda. Haim se dedicĂł a participar en subproductos realmente infumables, llegando a niveles inusitados con cosas como ‘Desmadre en la comisarĂ­a’ y acabando relegado al mercado del DVD. Feldman consiguiĂł capear un poco mejor el temporal, participando en algunas pelĂ­culas entretenidas como ‘No matarĂĄs al vecino’ pero finalmente su novia Ginger Lynn (sĂ­, la actriz porno) le dejĂł por Charlie Sheen, y el pobre Corey se tirĂł a la bebida. Tras ser arrestado conduciendo borracho contra direcciĂłn con los cristales del coche rotos, su popularidad acabĂł de hundirse del todo y acompañó en el destierro a su tocayo.

Corey Haim acabĂł de la forma mĂĄs bizarra posible, subastando su pelo en e-bay. TambiĂ©n tratĂł de vender sus dientes pero la policĂ­a lo impidiĂł… Corey Feldman se mantuvo a flote tocando con su propio grupo musical. Lo Ășltimo que hicieron juntos es rodar el reality televisivo «The Coreys».

Sean Young, una belleza marchita.
Siempre me cautivó la elegante belleza de esta mujer, parecía que todas las puertas se le iban a abrir y que le esperaba un brillante futuro. Tras haber trabajado en un par de películas le llegó un papel a su medida, la sofisticada replicante Rachael de Blade Runner acompañada de un recién descubierto Harrison Ford, todo empezaba a ir sobre ruedas para la actriz.

VolviĂł a tener un papel destacado en Dune, pero el pinchazo en taquilla de la pelĂ­cula de Lynch no ayudĂł mucho. Nuevamente la suerte llamĂł a su puerta para protagonizar ‘Wall Street’ junto a Michael Douglas (donde se labrĂł una fama de antipĂĄtica que la acompañarĂ­a siempre) y posteriormente ‘Sin salida’ con Kevin Costner.

Entre pelĂ­cula y pelĂ­cula trataba de salir adelante con pequeños papeles en series o telefilmes de bajo presupuesto. En 1988 compartiĂł papel con James Woods en ‘Impulso sensual’, pero al parecer el papel se le fue de las manos y acabĂł sometiendo al actor a un despiadado acoso. Tras el rodaje Woods interpuso contra ella una demanda judicial por no dejarles vivir a Ă©l y su esposa. Fue a partir de ahĂ­ cuando la estrella de Sean Young se fue apagando, en gran parte debido a problemas personales y un incipiente alcoholismo, acabando relegada a papeles secundarios.

En 1992, durante el rodaje de Batman vuelve, la actriz se presentĂł en el estudio disfrazada de Catwoman para reclamar el papel. No hace falta imaginar la cara que se le debiĂł de quedar a Tim Burton… De ahĂ­ pasĂł a los platĂłs de televisiĂłn como si de una vieja gloria del cine se tratara y este mismo año fue sido ingresada en una clĂ­nica de desintoxicaciĂłn para tratar sus problemas con el alcohol. Sin duda, una mujer que se podĂ­a haber comido el mundo pero que acabĂł marchitĂĄndose.

Y… Rob Lowe: alcohol, sexo y cintas de video.
Este joven actor con un prometedor futuro fue vĂ­ctima de las calenturas y la mala suerte, un peligroso cocktail que a la postre acabĂł fulminando su carrera. Rob comenzĂł su andadura en 1983 rodando la pelĂ­cula «Rebeldes», junto a otros actores ahora ya consagrados. Formaba parte del «Brad Pack», un grupo de jĂłvenes ochenteros que se habĂ­an hecho populares entre el pĂșblico adolescente, tambiĂ©n participĂł en la memorable ‘St. Elmo, punto de encuentro’, junto a Emilio EstĂ©vez y Demi Moore, y otras pelĂ­culas como ‘Oxford Blues’ o ‘Class’ que acabaron por encumbrarlo como uno de los nuevos valores.

En 1986 protagonizĂł ‘Youngblood’, un drama deportivo ambientado en el mundo del hockey hielo, y otras pelĂ­culas que funcionaron francamente bien. Todo iba bien, y nada hacĂ­a presagiar que todo iba a cambiar. Pero en 1988, durante una convenciĂłn del partido demĂłcrata, conociĂł a dos chicas en un bar y decidiĂł llevĂĄrselas al hotel. El primer error es que decidiĂł grabar el encuentro con una cĂĄmara… y el segundo es que una de las chicas era menor de edad. Para completar el infortunio la cinta saliĂł a la luz y, de la noche a la mañana, Rob Lowe se convirtiĂł para la opiniĂłn pĂșblica en un tipo que se aprovechaba de menores mientras las grababa.

Su popularidad cayĂł en picado, y acabĂł ingresando en un centro para tratar su adicciĂłn al sexo, el alcohol y las drogas. Eso, unido al hecho de que acabara convertido en un actor de segunda, hacen que aconseje no ver ninguna pelĂ­cula suya de los 90. Suelen ser bodrios infumables que es mejor evitar si querĂ©is conservar la cordura. A partir de ahĂ­ podemos ver algunos cameos suyos en pelĂ­culas como ‘Wayne’s World’ o ‘Contact’, y quizĂĄs su mejor papel fue como nĂșmero dos del Dr. Maligno en ‘Austin Powers: la espĂ­a que me achuchĂł’. Se puede decir hasta cierto punto sus amigos le mantenĂ­an a flote dĂĄndole trabajo cuando podĂ­an. Su carrera reflotĂł un poco cuando participĂł en la serie ‘El ala oeste de la Casa blanca’. Pero, actualmente, sigue sin encontrar la estrella que un dĂ­a perdiĂł en la cutre habitaciĂłn de un hotel…

Y hasta aquĂ­ he llegado hoy en esta entrega de ‘Estrellas ochenteras estrelladas’. En breve y en las pantallas de Cineycine el volumen 2…

Carlos G.

Periodista especializado en noticias de entretenimiento y cultura cinematogrĂĄfica.
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