Isla Calavera 2025: Entrevista a Camilo García

El Festival Isla Calavera 2025 ya terminó y en este enlace podéis consultar el artículo de despedida y cierre. Pero todavía tenemos un par de epílogos del mismo para compartir con todos vosotros. Por ello, hoy os traemos una charla en exclusiva con una de las más emblemáticas voces de nuestro país. Incontables y grandes trabajos como actor de doblaje lo respaldan. Damos paso a la siguiente…
Entrevista a Camilo García
Hay voces a las que dejamos entrar en nuestro hogar y se quedan para siempre. Nos guían en nuestras inmersivas experiencias cinematográficas durante años y se convierten en imprescindibles recuerdos de nuestra vida. Y una de esas voces es la de Camilo García. El famoso actor de doblaje pisó la Isla de Tenerife para una de sus ya reconocidas representaciones en directo. En este caso la de ‘Metrópolis’ (Fritz Lang, 1927). Y fue con motivo de este evento que pudimos hablar con Camilo en una amena charla que pretendía hacer un repaso por algunos de sus trabajos en el atril. Y, sobre todo, rendir homenaje a quienes, como él, nos han acercado el arte del cine en versión española durante tantos y tantos años.

-PREGUNTA: Al ver a Camilo, su camiseta ya anticipaba una pregunta inesperada: “Estoy demasiado viejo para esta mierda” rezaba en ella. Seguro que los más veteranos han reconocido su emblemática línea de Roger Murtaugh en ‘Arma letal’ (Richard Donner, 1987). En el doblaje no dices mierda…
-CAMILO GARCÍA: “No entraba en el labial. Al hilo de eso, un productor se quejó de que decíamos muchas veces ‘mierda’, pero es que los americanos son así. Dicen mucho ‘mierda’. En España tenemos muchos acudidos: Que si cojones y tal. Pero los americanos es mierda”.
-P: El que te folle un pez… ¿Es un invento del doblaje?
-C: “Exacto. Es un invento nuestro, sí. Nos lo apropiamos nosotros”.
-P: Yo pasé mi infancia en los ochenta y fui descubriendo el cine ya en los años 90. Veía a Nick Nolte, Harrison Ford, Anthony Hopkins, Gene Hackman,… pero te escuchaba a ti. Entraste en mi casa y me guiaste como el protagonista de todas esas películas. ¿Podrías hablarme de cómo haces para diferenciar cuando doblas a todos esos actores y hacerlos diferentes?
-CG: “La voz es la misma. Yo no cambio mi voz, pero que lo hago es escuchar al personaje. Me fijo mucho en eso. Y, claro, la voz la podemos modular, jugar mucho con ella”.
-P: Existe un sketch, como parte de un monólogo de Raúl Ferve, que narra en tono cómico cómo lo hace Ricard Solans para diferenciar entre Pacino, De Niro y Stallone. Juega con su dentadura. ¿Da veracidad a esa historia?
-CG: “Es que estamos hablando de un genio. Pero es posible que lo haga así. Manejamos la voz, cuanto más colocada la tienes mejor. Pero quiero ver ese video, luego lo hablamos”.
-P: ‘Drácula de Bram Stoker’ (Francis Ford Coppola, 1992) es una pieza de ingeniera monumental. Y usted dirigió toda la parte del trabajo de doblaje en español. ¿Cómo fue aquello?
-CG: “Era como una ópera. La música, la historia. Como una especie de Wagner. Todos estuvimos muy bien. Yo contraté a un actor para hacer de la versión anciana del Conde. Y aquello fue algo controvertido. La voz que me daba Gary Oldman estaba muy bien, pero yo pensaba que lo podíamos superar. Y entonces llamé a Claudio y le dije: ‘vente a Barcelona que vas hacer un papel corto, pero que te va a encantar’. El doblaje puede ayudar. Un mismo personaje puede tener varias voces. Y fue una idea mía”.

-P: ¿Recuerdas que ‘La puerta del cielo’ (Michael Cimino, 1980) tuvo dos doblajes? En ambos contigo, pero cambiando de personajes ¿A qué se debió aquello?
-CG: “Sí, la doblamos dos veces. Fue una película que llegó ya con una fama de haber arruinado a la productora. En primera instancia yo doblé a Jeff Bridges y luego a Kris Kristofferson”.
-P: ¿Y qué me dices de ‘Algunos hombres buenos’ (Rob Reiner, 1992)? Allí hiciste un trabajo monumental poniendo voz a Jack Nicholson. Un doblaje al que todos los halagos del mundo se le quedan pequeños.
-CG: “Mira… aquello fue porque Rogelio Hernández estaba enfermo. Entonces hicimos varias pruebas de voces, incluyendo la mía. Y todos llegamos a la conclusión de que lo hiciera yo. Luego, cuando ya estaba terminado, pensé en cómo lo haría Rogelio. Esto es dificilísimo. Nunca más volveré a doblar a este hombre. Es lo más difícil que he hecho nunca”.
-P: Pero es que tu trabajo ¡es impresionante!
-CG: “Gracias, es que me dejé la vida ahí dentro. Y se volvió icónico con todo aquello del código rojo (imita diálogos del film). Cuando pillas a un actor de esos… dices yo no sé dónde voy a llegar. Y procuramos llegar y estar a la altura”.

-P: Para gozar y divertirse tienes ahora mismo a Anthony Hopkins.
-CG: “Sí, somos muy buenos amigos (risas). Lo conozco muy bien, sé por dónde va a ir antes de que lo haga. Y lo he doblado en cinco películas recientemente muy importantes. Desde ‘El silencio de los corderos’ estamos juntos. Una serie y cuatro películas lo he doblado este año. Y una cosa muy bonita con ‘La última sesión de Freud’ (Matt Brown, 2023)”.
-P: ¿Cómo ve el relevo generacional y que le parece la amenaza de la IA?
-CG: “Con la IA a lo mejor acabamos sin trabajo. No sabemos muy bien cómo tomarlo. Clonarán nuestras voces. Y pienso que nos puede jorobar la vida. Bueno, yo ya me he jubilado. Pero hago estas pequeñas cosas para seguir divirtiéndome”.
-P: ¿Qué doblaje es el que tú dices: “Ahí lo clavé”? Ese que cuando te retires puedas decir que es tu gran legado.
-CG: “Yo no me voy a retirar nunca, quiero morir con un micrófono. Pero si tengo que elegir… elegiría ‘Cyrano de Bergerac’. Yo me dediqué a grabar versos de Cyrano por mi cuenta, desde el original. Y luego, en 1990, lo hice para cines con Gérard Depardieu. Creo que ese fue mi mejor trabajo”.
-P: Acaban de premiarle en Málaga y ahora son los premios nacionales del doblaje en su séptima edición…
-CG: “Sí, nos han dado un premio en Málaga a nuestra carrera a mí y a Rosa María Luisa Solá (voz de Sigourney Weaver o Meryl Streep). Y si, ahora voy a Oviedo ¿Vas a ir tú? Venga, yo te invito (risas)”.
Y hasta aquí hemos llegado con esta entrevista especial. Una charla que, sin duda, ha supuesto un viaje por la memoria junto a un actor y director indispensable del atril. Un genio, una leyenda y un maestro: Don Camilo García.
“Uno del censo intentó hacerme una encuesta… Me comí su hígado acompañado de habas y un buen chianti. Vuela a la escuela pajarito. Vuela, vuela, vuela…” (Camilo García)

Fotos de Camilo García por cortesía de Alex Ro.
