Asesinos

GÉNERO: Acción, Thriller
DIRECTOR: Richard Donner
TÍTULO ORIGINAL: Assassins
PAÍS: EE.UU.
AÑO: 1995
DURACIÓN: 133 minutos
GUIÓN: Lilly Wachowski y Lana Wachowski con revisiones de Brian Helgeland
FOTOGRAFÍA: Vilmos Zsigmond (Imágenes Warner Bros. Pictures)
MÚSICA: Mark Mancina

📄 SINOPSIS:

Robert Rath es un sicario hastiado de su trabajo. Solitario pero firme en lo que hace, cree trabajar para los buenos. Cuando se dispone a llevar a cabo un contrato, el objetivo al que debe liquidar es eliminado por un impetuoso joven llamado Miguel Bain. Este rápidamente lo toma como su mayor enemigo. Miguel se considera el segundo mejor en lo que hace… y está convencido de que debe matar a Rath para convertirse en el número uno. (Cineycine).

“He encontrado antes a los compradores y ahora llego antes al objetivo. Lo siento, pero tengo la impresión de que me he equivocado al elegir a mi héroe, sí. ¿Sabes? hoy es mi cumpleaños. Hoy me convierto en número uno”. Sylvester Stallone contra Antonio Banderas en ‘Asesinos’.

“La última partida acaba antes de que gane nadie. El creyó que eras su amigo y así fue como lo cazaste. Lo mataste para ser el número 1. Alfil toma a peón de torre” (Miguel Bain)

Crítica de Asesinos

El film que hoy nos ocupa le llegó a Stallone tras dejar rodada Juez Dredd (Danny Cannon, 1995) y entre medias de prepararse para filmar, tras el verano de 1995, la que en su momento él mismo anunció como su despedida del cine de acciónDaylight: Pánico en el túnel (Rob Cohen, 1996). Por su parte, el gran Antonio Banderas les ganó la carrera a muchos de los jóvenes actores pujantes de Hollywood para lograr con este papel, y el de Desperado (Robert Rodríguez, 1995), lanzar definitivamente su carrera en EEUU.

En la dirección, Richard Donner fue el elegido para dirigir el evento por petición expresa de Joel Silver. Donner venía respaldado por el ciertamente inesperado éxito de ‘Maverick’ (1994). Y mucho ojo porque el guión original venía firmado por Andy & Larry Wachowski. Posteriormente quisieron renegar del mismo cuando fueron borrados de la producción en favor de Brian Helgeland. Fue este quien estuvo presente durante el rodaje para las revisiones del libreto a petición de Stallone. El actor, con sus 15 millones de dólares de sueldo, tenía potestad para decidir sobre la historia.

‘Asesinos’ es un thriller de acción y drama. El esquema es sencillo… pero, al mismo tiempo, está plagado de capas y un cierto pozo de seriedad. Y eso sin dejar de lado lo mainstream que debía de ser la propuesta. Donner se aleja del espectáculo de evasión de sus obras más celebres para, en cierta manera, llevarnos a territorios nuevos. Territorios en donde no siempre parece estar cómodo. Su estilo aquí se puede ver en el duelo en el taxi entre Rath y Bain. O en lo onírico del pasado que une a Rath con un ajusticiamiento que le dejó marcado, quince años atrás, de un amigo/mentor… y como desde aquello carga una losa de tristeza. El paralelismo de luz que refleja el hotel en Puerto Rico en el prólogo, y luego en lo derruido del mismo lugar en el epílogo, marcan el devenir del personaje de Rath.

Por otro lado, y por pura moda en aquellos años, Donner adhiere por completo su estilo al del “Gun Fu” patentado por John Woo y demás cineastas de la escuela de Hong Kong. Seguramente este hecho fue impuesto y/o sugerido por Joel Silver. Claramente evidente queda reflejado en la secuencia del hotel con el trato con los holandeses y luego en el apartamento de Electra. Queda así en el aire un aroma a revisión no confesada, pero menos lírica, de ‘The Killer’ (John Woo, 1989).

Lo cierto es que la cinta tiene dos partes bien diferenciadas. Y, como las personalidades de los protagonistas y rivales, llegado el momento toman por completo el mando. El primer tramo es el que maneja Robert Rath. Su vida, su código, su manera de proceder. Esta parte dura hasta que toma como protegida a Electra y concibe como una amenaza mortal e imparable a Miguel Bain. Podría decirse que es una hora de metraje. La otra hora y poco la domina Bain con su impulsividad. Un auténtico psicópata que cree que la vida y la muerte son solo un juego… y él aspira a ser el mejor en ello. Y, claro, para eso debe de matar a Rath. Huelga decir que la introducción de Electra hace que entre una tercera protagonista en discordia. Se rompe así en parte el enfrentamiento mano a mano entre Rath y Bain.

Conviene apuntar que hay acción y que luce muy bien rodada. Ahora bien, la duración de la misma, y la compleja naturaleza de todos los personajes (especialmente Rath y Electra) hace que no siempre el ritmo vaya en la quinta marcha. Algo que si logra cuando es Banderas quien aparece en escena. Nuestro compatriota roba notablemente el show. La fotografía del evento quedó en manos de toda una institución en su campo como Vilmos Zsigmond y encaja a la perfección entre Nueva York, Seattle y el sudoroso último tercio caribeño. Por otro lado, Mark Mancina firma una partitura propiamente suya en donde navega por acordes reconocibles de obras magnas como Speed (Jan De Bont, 1994). Al parecer, Mancina acudió al film ya rodado sustituyendo a Michael Kamen. El trabajo de este último no dejó satisfechos a los productores.

Sylvester Stallone es el jefe máximo de la función. Su Robert Rath apuesta por el menos es más en cuanto a gestos. Sly se mueve cuidadosamente por la cinta y cuando más motivado se le nota es cuando debe enfrentarse cara a cara con Bain. Eso sí, es evidente cierto cambio de ánimo y registro cuando abandona la soledad de su personaje y se une, aunque sea a la fuerza, a Electra. Por su parte, Antonio Banderas da un recital de gestos, expresiones patrias, tics y manierismos como “Miguelito” Bain. Ojo al auténtico plus que le otorga al personaje doblándose a sí mismo en la versión en castellano. Sin duda, este motivadísimo rol es uno de los más vividos de Banderas. El actor sabía a la perfección que tenía ante sí una oportunidad de oro para lucirse ante toda una institución del cine americano como Stallone.

La tercera en discordia es Julianne Moore. La actriz no tiene mucho que hacer entre Sly y Banderas. Pero sí que logra que su papel no quede en mera comparsa. Ella da vida a Electra, una especie de pirata informática que posee una información que los empleadores de Rath y Bain no quieren que vea la luz. Su personaje va acompañada de una gata y tiene fuertes impulsos de sociopatia. Estas características hacen que empatice con una especie de versión de sí misma del sexo contrario como es Rath. Citar también a Steve Kahan, un ineludible del cine de Donner. En ‘Asesinos’ es un ajado criminal que acude al funeral de su hermano con funestas consecuencias para él. Y, por último, tenemos Anatoli Davydov como Nicolas Tashlinkov, el antiguo mejor amigo de Rath.

“Los dos hemos jugado a este juego ya, Rath. ¿Qué clase de zapatos usarás cuando llegue tu día?” (Ketchman)

En resumidas cuentas.
Acabo esta crítica de Asesinos, un ciertamente menospreciado film dentro de la filmografía de Stallone. Si bien no logra llegar a ser una de sus grandes, sí que se instala como un vehículo de thriller de acción más que bien facturado. Además nos ofrece una soberbia confrontación de estilos entre Banderas y Sly intentando repetir el esquema de héroe y villano visto enDemolition Man (Marco Brambilla, 1993).

Tráiler de Asesinos

+ Lo mejor:

El duelo Stallone vs Banderas con todas y cada una de las escenas que comparten elevando la cinta varios peldaños. El sudoroso y tensionado clímax en Puerto Rico.

- Lo peor:

El lío de los disquetes y la información. Hay algunas pequeñas pifias que, dentro de lo salvable, pueden pasarse por alto… aunque que nadie haya pensado en cuanto pesan 18 millones de dólares en efectivo para ser cargados con una mano y en un maletín no muy grande.

Puntuación de Cineycine

DIRECCIÓN
8
GUIÓN
6.5
REPARTO
8
7.5

J. Glez

Crítico de cine especializado en análisis cinematográfico y reseñas detalladas de películas.
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