The Guest
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“Su hijo y yo éramos muy amigos. Estuve con él cuando murió. Me pidió que viniera a ver como estaban… usted y su familia. Me pidió que les dijera que los quería. Concretamente quería que les dijera uno a uno que los quería y que pensó en todos hasta el final. Le dije que lo haría. Y por eso he venido…”. Adam Wingard presenta a Dan Stevens en la piel de ‘The Guest’.

“Quiero que me enseñes quién te pegó ayer” (David)

Crítica de The Guest

La dupla ganadora de Tú eres el siguiente (2011), volvió a reunirse para firmar un film que fuera capaz de plantar cara cinematográficamente a los logros de aquella. Tres años después, y con un reparto de más caras conocidas y mayores medios, nos presentaron ‘The Guest’. Curiosamente, y aun siendo este un film con mayores ambiciones, su penosa distribución a manos de PictureHouse (II) lo enterró. Y todo su ruido quedó ya en manos de su paso por festivales. Allí consiguió ser rescatada como una película que merecía ser vista. Incluso actualmente está pendiente de recuperarse como cinta de culto en formato físico.

Oficialmente, en Estados Unidos, el pistoletazo de salida para su exhibición en grandes salas fue el 17 de septiembre de 2014. En España, por ejemplo, la pudieron ver unos cuantos afortunados en su paso por Sitges 2014. Posteriormente tuvo una salida limitada a cines el 15 de abril de 2015. Juntando todo lo que logró amasar en su exhibición mundial, ‘The Guest’ solo consiguió llevarse a los bolsillos unos miseros 2.700.051 $. Y todo para una inversión de 5 “kilos”. Como pueden leer… ¡no dio ni para pipas!

Y los números anteriores no los traemos en vano. Si uno visiona ‘The Guest’ por un pálpito, pura intuición o recomendación de terceros… no conseguirá entender cómo es posible que una cinta que bien podría estar en el top de films del llamado neon-noir, o thriller criminal moderno, pasó tan desapercibida en cines. Principalmente estamos ante una cinta que bien podría englobarse en la liga donde compiten largometrajes mucho más conocidos e incluso venerados. Me refiero a films comoDrive (Nicolas Winding Refn, 2011). Esta última, sin duda, sería su mayor influencia y hermana mayor.

Adam Wingard eligió este proyecto gracias a un guión con posibilidades de ser llevado a la gran pantalla pero nunca terminado por su socio, Simon Barrett. Aquel script era mucho más ambicioso y claramente volcado de lleno en el cine de terror con serial killer incluido. Pero, finalmente, la película termina por abrazar el thriller. Aunque la forma de visualizar y confrontar al protagonista con sus enemigos, la música usada y la violencia nada empática la devuelvan al cine de género. Sobre todo hablamos de terror a nivel psicológico… no sabiendo nunca cuál será el siguiente paso de David. Quien se presenta como un soldado amable y dispuesto ayudar, pero capaz de mutar a una versión de Michael Myers cuando se enciende como una radio su modo “guerrero”. Atención en esos momentos a los planos de sus ojos mostrando el vacío absoluto.

A pesar de contener buenos ajustes de cuentas, y una buena serie de inesperadas salidas argumentales, ‘The Guest’ no es un film netamente de acción. En sus 110 minutos habrá tiempo para abrir una serie de sub-tramas que hacen dudar de las acciones de David. Y también podremos ver al mismo tiempo cómo su llegada afecta de diferentes formas a los miembros de la familia Peterson. Sobre su argumento y devenir no conviene ahondar más, so pena de destripes. Por ello, pasamos directamente a detallar el casting y diversos apartados técnicos de la propuesta.

Adam Wingard no solo firma como el director del evento, sino que también se ocupó de la edición del film. Este último pasó por diferentes remontajes debido a test-screenings negativos. Desde el primer corte, al que luego pudimos ver en cines, y luego en formato físico, desaparecieron más de treinta minutos (según Wingard). Algunas de las escenas eliminadas pueden verse en la edición como parte de los extras en formato físico.

Sobre la doble labor de Wingard pocos o ningún “pero” se le puede poner. Contando los medios, la trama, el devenir de la misma y la planificación de la acción… roza el notable en muchos aspectos. Si acaso, cantan algunos planos de stunts que bien podría ser homenajes encubiertos a las secuelas de ‘Delta Force’ de Chuck Norris… o a algunos directos a video de los noventa. Ojo, ya que Wingard y Barrett tantearon incluso la opción, como broma cinematográfica sobre ese punto, de introducir el logo de la Cannon como fuente de inspiración para la película. Finalmente no lo hicieron… pero sí que introdujeron guiños evidentes al actioner de los 80 y 90.

La fotografía del film tiene lugar prácticamente en su totalidad en un perdido pueblo de Nuevo México llamado Moriarty. Esta labor corre a cargo del reputado Robby Baumgartner. Resaltando el clímax en el instituto con la parafernalia de Halloween plagado de homenajes y de easter-eggs. A esto añadir el acorralamiento sin retorno a la casa de los Peterson. Por su parte, la partitura mezcla temas electrónicos (claro guiño a ‘Drive’) con unos inesperados acordes punzantes dignos de sonar en cualquier ataque o finisher de las películas de Michael Myers y compañía.

Entramos ya de lleno en el reparto del evento con Dan Stevens llevando el peso de la función como David. Bien podríamos decir que aparece en cerca de un 90% del metraje. Stevens entrega una interpretación que va desde la sentida y verdadera empatía que quiere crear con los Peterson, hasta su altamente fría manera de proceder cuando es acorralado o debe solucionar los problemas como buen “amigo de la familia”. Toda una labor sin fisuras la suya.

Quien más hace por sospechar de David es Maika Monroe (Anna), en lo que se puede decir que es un papel recurrente en su filmografía. Una especie de joven inadaptada y rebelde. No entrega para nada mal labor, pero sí que por momentos evidencia que es un personaje puesto ahí como una salida de guionista más que por necesidad de la historia.

Los que si caen rendidos a los encantos de David son la madre de Caleb, Laura, a la que da vida una solvente Sheila Kelley. El suyo es un rol sentido de madre hundida por el dolor. Por su parte, Leland Orser (Spenser) es el patriarca de los Peterson y agradece tener a un joven en casa con el que beber y ver los partidos en la tele tras llegar de trabajar. También está Brendan Meyer como Luke, un chaval que sufre un atroz bullying en clase. Ahora, y con la ayuda de David, logrará encontrar la fuerza para hacer frente a sus abusadores. Y, por último, citar la aparición de Lance Reddick como un misterioso militar de alto rango.

“Cuidado con lo que deseas” (Spenser)

En resumidas cuentas.
Termino esta crítica de The Guest, la hermana pequeña y olvidada de ‘Drive’. Un film que no tuvo el eco mediático de aquella, pero que bien podría competir junto a otras de su mismo estilo y culto como ‘Frío en julio’ (Jim Mickle, 2014) o ‘Hiena. El infierno del crimen’ (Gerard Johnson, 2014). Las tres, casualmente, estrenadas el mismo año.

Tráiler de The Guest

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