Tron: Ares

DIRECTOR: Joachim Rønning
TÍTULO ORIGINAL: Tron: Ares
PAÍS: EE.UU.
AÑO: 2025
DURACIÓN: 119 minutos
GUIÓN: Jesse Wigutow
FOTOGRAFÍA: Jeff Cronenweth (Imágenes vía The Walt Disney Company Spain)
MÚSICA: Nine Inch Nails aka Trent Reznor y Atticus Ross

📄 SINOPSIS:

Encom y Dillinger Systems compiten por hacerse con el “código de permanencia”, un “software” que permitirá a las creaciones y programas de la red estabilizarse permanentemente en el mundo real. Pero mientras las intenciones de Encom son beneficiosas para la humanidad, las de Dillinger son más oscuras y lucrativas. (Cineycine).

“Estoy muy emocionado y orgulloso de confirmar que protagonizaré la nueva entrega de ‘Tron’. Trabajaremos lo más duro posible para rodar un film que espero os encante. Tenemos algunas ideas muy especiales para todos”. Con estas palabras, pronunciadas en 2020, presentaba Jared Leto ‘Tron: Ares’.

“En pocos años podremos entrar en la red y ella entrar en nosotros” (Kevin Flynn)

Crítica de Tron: Ares

En 1982, Steven Lisberger nos llevó al fantástico mundo de Tron (1982). Un mundo donde los programas cobraban vida y tenía fe en los programadores. Era la red, una primitiva red. Varias décadas después, un novato Joseph Kosinski dirigía Tron: Legacy (2010), una estupenda y auténtica secuela de la película original de Lisberger. Posteriormente se pensó en una tercera película que continuara los hechos de ‘Legacy’ con el mismo equipo técnico y artístico. Era ‘Tron: Ascensión’. Pero cuando el rodaje estaba a punto de iniciarse se canceló de manera inesperada. Tiempo después, en 2020, se reclutó a Garth Davis como director y a Jared Leto como protagonista de una nueva entrega de ‘Tron’. De esos créditos iniciales terminó desapareciendo el nombre de Davis sustituido por el de Joachim Rønning, se mantuvo a Leto al frente del elenco y se anunció el título definitivo: ‘Tron: Ares’.

Una vez analizados, brevemente, los orígenes de esta nueva entrega, pasamos a ver qué nos ofrece ‘Tron: Ares’. Para empezar, la dirección de Joachim Rønning es parte de lo mejor de la propuesta. El director noruego se mueve muy bien detrás de las cámaras de este blockbuster. Aquí todo lo que tiene que ver con elementos técnicos poco tiene que envidiar a ‘Legacy’. La acción es casi una constante y las set-pieces tienen una facturación sobresaliente con muy diferentes planos y grandes momentos. Entre estos últimos estarían la ya típica persecución de motos o la irrupción en el mundo real de un Reconocedor. Por descontado que los efectos visuales son de primerísimo nivel completados con el uso de elementos prácticos. Esta combinación es un gran plus a la hora de visualizar la acción con las nuevas tonalidades rojas del mundo de Ares y no dejándolo todo al CGI.

El guión es de Jesse Wigutow, un tipo que no ha escrito nada relevante para cines. Así pues, choca muchísimo que se haya dejado el libreto en sus inexpertas manos. Y como dice el refrán: “de aquellos barros, estos lodos”. Traigo aquí este dicho porque el script es lo peor de toda esta producción. Estamos ante un libreto harto repetido cientos de veces con la IA que toma conciencia, lucha por ser humano y se rebela contra su creador. No es sólo que esta fuera ya la temática central de ‘Legacy’, sino que también es un tema explotado cientos de miles de veces en el cine con mejores resultados. Tampoco hay esfuerzo alguno en escribir frases que resuenen en la memoria. Y, para colmo, la ya cansina referencia a los 80 está metida como una absurda cuña a través del tema “Just Can’t Get Enough” de Depeche Mode.

Lo más novedoso y aprovechable del guión de Wigutow es explorar la idea del “código de permanencia”, una especie de MacGuffin que hace avanzar la trama. Básicamente se trata de ampliar el tiempo que los programas/IA pueden permanecer en nuestro mundo. Y esto se enlaza totalmente con las continuas entradas y salidas de la red. Algo que en las dos películas anteriores era un recurso muy limitado, aquí se explota varias veces para volver a la red de Encom (azul) creada por Kevin Flynn, presentar la nueva red de Dillinger (roja) y dar paso a los mejores momentos del film que son las set-pieces. Esta idea podemos decir que es lo más aprovechable, aunque creo que daba para bastante más.

Respecto a las referencias a las dos primeras películas no hay que hacerse muchas ilusiones. Las mismas son las justas y necesarias… y en algún caso ni eso. Comento esto porque ‘Legacy’ prácticamente es ignorada con solo dos menciones a Sam Flynn y Quorra tan brevísimas que si pestañeas te las pierdes. Casi lo único que se rescata de allí es la red creada por Kevin Flynn. Al primer ‘Tron’ sí que se le rinde un mayor tributo… especialmente al final con unas secuencias muy agradecidas. Y también en la búsqueda que hace Eve Kim y los videojuegos que promociona Encom.

Dejando al margen guión y referencias, cabe centrarse ahora en la banda sonora. Una BSO que brilla con luz propia. Es cierto que no repite el dúo Daft Punk, que tan buen trabajo hicieron en ‘Legacy’. Ahora bien, las composiciones de Nine Inch Nails (Trent Reznor y Atticus Ross) están a la altura de las compuestas por la dupla francesa. Lógicamente hablamos de músicas futuristas y electrónicas que incorporan ciertos toques retro. Es cierto decir que te hacen sentir totalmente las fantásticas imágenes que vemos en pantalla, sobre todo las relativas a las escenas de acción. Por consiguiente, como espectáculo audiovisual ‘Tron: Ares’ cumple sobradamente. Tema diferente es el resto de apartados artísticos.

En cuanto al casting, bien puedo decir que es cumplidor pero nadie enamora con sus actuaciones. El primero en destacar es Jared Leto como el protagonista principal ya que para eso ha puesto parte del dinero. Leto interpreta muy sosamente a Ares, el Master Control o Software de seguridad de la red de Julian Dillinger. En otras palabras, el programa de confianza de Dillinger y al que encarga las misiones principales. Como digo, la performance de Leto es muy sosa porque está interpretando a una IA y/o programa. Así pues, no transmite ningún tipo de sentimiento ni muestra expresividad alguna durante todo el metraje. Imposible empatizar con él. Por su parte, al citado Julian Dillinger (nieto del original Edward Dillinger) lo encarna Evan Peters con una interpretación mucho más activa con momentos controladores y otros de puro estallido de nervios. Desde luego es un buen antagonista.

Siguiendo con la familia Dillinger encontramos a Elisabeth Dillinger, la hija de Edward. En la película la interpreta la mítica Gillian Anderson. Pero aquí la decepción es total no con la eterna Scully, sino con el personaje que le han endosado. Anderson queda relegada a ser una mera comparsa que lo único que hace es ir regañando y advirtiendo a su hijo, Julian. Poco más hace. Para eso no era necesario traerte a una actriz de nivel como esta. Con un mayor protagonismo, o coprotagonista junto a Leto, tenemos a Greta Lee como Eve Kim, la CEO de Encom. La actriz californiana demuestra que esta producción le viene grande. En ningún momento logra transmitir carisma alguno para hacer de heroína salvadora del mundo y de la red. Yo no compro ni su rol ni su actuación que me parece casi plana.

Quien sí que logra sobresalir, a pesar de interpretar al programa Athena, es Jodie Turner-Smith. La actriz consigue momentos de gran carácter y potencia en pantalla. Cada vez que ella sale la película sube de nivel. Sobre todo en el tramo final. Como Athena es la segunda al mando dentro de la red de Dillinger, tan sólo superada en rango por Ares. Respecto a Jeff Bridges poco o nada hay que decir. Su nombre ha sido utilizado como gancho para atraer a nostálgicos y completistas. En su rol de Kevin Flynn apenas sale 5 minutos y lo hace en forma holográfica. Un último papel relevante va para Arturo Castro como Seth Flores. Su personaje es un intento de rebajar tensiones, no llegando a alivio cómico, y acompañando siempre a Kim.

“Un programa defectuoso que quiere vivir” (Kevin Flynn)

En conclusión.
Termino esta crítica de Tron: Ares, la entrega más floja de la trilogía con diferencia. Salvo algunas ideas rescatables, y su espectáculo audiovisual, parece hecha para satisfacer los deseos personales de Jared Leto por entrar y salir de la red. Da pena pensar que nunca sabremos lo qué nos hubiera ofrecido ‘Tron: Ascensión’.

AVISO: Hay una escena adicional pasados los primeros créditos.

Tráiler de Tron: Ares

+ Lo mejor:

La espectacular y atrapante banda sonora. Todo lo que tiene que ver con los efectos especiales y la dirección de Joachim Rønning.

- Lo peor:

El casting resulta claramente inferior al de las dos entregas precedentes con mención especial para Jared Leto y Greta Lee que quedan muy por debajo de Garrett Hedlund y Olivia Wilde. El guión apenas presenta innovaciones y repite conceptos e ideas ya vistos en ‘Tron: Legacy’ y muchas otras películas de ciencia ficción.

Puntuación de Cineycine

DIRECCIÓN
8
GUIÓN
5.5
REPARTO
6
6.3

David González

En un mundo en que los héroes son metrosexuales y mean colonia, uno se pregunta: "¿Qué ha sido de los héroes de verdad?"… Entonces reaparece Sylvester Stallone y se restablece el orden.
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