Abigail

📄 SINOPSIS:
Un equipo de reputados delincuentes es contratado por un misterioso hombre con el objetivo de que secuestren a la hija pequeña de un importante millonario para obligarle a pagar 50 millones de $ como rescate. Tras ejecutar fácilmente el secuestro, los criminales deberán esperar 24 horas con la niña en una mansión alejada de la ciudad. Pasado el plazo, cada uno de ellos recibirá 7 millones de $ que les permitirán empezar una nueva vida, pero para ello deberán llegar vivos al amanecer. (Cineycine).
“Pensamos que sería divertido dar la vuelta a unas cuantas ideas ya vistas en diferentes películas. Al principio parece la típica película de atraco basada en los personajes, pero acaba convertida en una de vampiros”. Matt Bettinelli y Tyler Gillett aka Radio Silence nos presentan a la bailarina ‘Abigail’.
“Disfruto jugando con la comida” (Abigail)

Crítica de Abigail
Después del éxito que supuso a todos los niveles ‘Noche de bodas’ (2019), y la recuperación de la franquicia de ‘Scream’, el dúo integrante de Radio Silence volvió a cines con esta curiosa propuesta vampírica titulada ‘Abigail’. De hecho, aquí no solo regresaron Matt Bettinelli y Tyler Gillett (RS), sino que también volvieron a colaborar con los guionistas de la citada ‘Noche de bodas’. Me refiero a Stephen Shields y Guy Busick. El resultado es otra disfrutable película que se ve de un tirón y que nos vuelve a traer a unos seres de la noche como Dios manda. Sin duda, puedo afirmar que ‘Abigail’ se pone a la altura de las buenas propuestas vampíricas de ayer y de hoy… o, cuanto menos, queda muy cerca de ellas.
Pese a contar con un mayor presupuesto, la filmación de Matt Bettinelli y Tyler Gillett es prácticamente idéntica a la que realizaron en ‘Noche de bodas’. Con esto me refiero a que vuelven a situar la acción en un entorno cerrado y con una iluminación “anaranjada”, oscura y con determinados focos de luz. De esta manera, en ‘Abigail’ toda la acción se desarrollará en una vieja mansión, Wilhelm Manor, con alguna que otra estancia destartalada y telas de araña. Una vieja mansión convertida en una trampa mortal de la que escapar parece imposible. Y, para colmo, los protagonistas son simples “ratas” para divertimento de una criatura de la noche. Por consiguiente, Radio Silence vuelve a recurrir a la violencia desatada como forma de diversión para los amantes del cine de género. Fanáticos, como es mi caso, que encontrarán aquí un grato pasatiempo.

En el guión tenemos sorpresas y giros, pero también algunos lugares comunes. Esto último bastante lógico dado lo trillado del subgénero vampírico. A este respecto, comentar que la mitología de los vampiros se mantiene básicamente con las características por todos conocidas. Características que llevarán al grupo atrapado a intentar recordarlas puesto que, lógicamente, tienen a los seres de la noche como algo inexistente. Por supuesto esto provocará cierto humor negro y actual con referencias a cintas como ‘Crepúsculo’ (Catherine Hardwicke, 2008) tomadas a cachondeo. Dejando al margen los vampiros y el humor negro, la trama también presenta ciertos ecos a películas tan diferentes entre sí como son: ‘Reservoir Dogs’ (Tarantino, 1992), ‘Hellion – El ángel caído’ (Stewart Hendler, 2007) o la mismísima ‘Sospechosos habituales’ (Bryan Singer, 1995). No por casualidad, tanto en esta última como en ‘Abigail’, encontramos en el cast al siempre eficaz Giancarlo Espósito.
Antes me he referido al estilo violento en la dirección de Matt Bettinelli y Tyler Gillett. Y, efectivamente, esto es así. Aquí toda la violencia se funde con la temática de terror que siempre acompaña a los vampiros. Inclusive, RS lleva el terror más allá al plagar de gore y sangre muchas escenas del segundo acto del film. Tan es así que nos alejaremos de la elegancia y porte de personajes como Drácula para regodearnos con cabezas cercenadas, explosiones de cuerpos, piscinas de cadáveres putrefactos y sangre por un tubo. Esto provocará que algunas estancias queden totalmente empapadas del rojo elixir de la vida. Y todo esto realizado con efectos prácticos, prótesis y maquillaje de toda la vida bajo el lema de “cuanto más… mejor”. Atención también a los tremendos colmillos que presentan los vampiros que nos recuerdan a los del clásico ‘Noche de miedo’ (Tom Holland, 1985).

Pasando al elenco vamos con el grupo de secuestradores que está encabezado por Dan Stevens y Melissa Barrera (Frank y Joey). Ambos pasan enfrentados casi todo el metraje por sus diferentes caracteres. Sobresale especialmente Stevens erigiéndose como una especie de líder que resulta un tipo irritante, corrupto, pagado de sí mismo y con oscuros secretos. El actor disfruta al máximo con su personaje, sobre todo en el tramo final, y transmite esa misma sensación al espectador. La película, y el elenco, se benefician mucho de su presencia. Por su parte, Barrera está más comedida y viene a ser el enlace tierno con Abigail. Ella es la secuestradora “buena” y a ese papel se entrega la actriz.
El resto del cast cumple con roles bien buscados para sus respectivos perfiles. Este es el caso de Kevin Durand (Peter, el coloso “bonachón” del grupo), William Catlett (Rickles, el francotirador), Angus Cloud (Dean, el conductor fumeta) y Kathryn Newton (Sammy, la hacker rebelde). Quizá sea esta última la que más “desentona” puesto que cuesta verla como una experta informática… y más con el vestuario que le ponen. A destacar que el primer acto del film se centra en el equipo de secuestradores para que vayamos conociendo sus diferentes personalidades con sus puntos fuertes y débiles. Por otro lado, tenemos la breve aparición de Giancarlo Esposito como Lambert, el misterioso tipo que encarga el secuestro. Especialmente destaca en su segunda intervención. Y por último atención a la aparición final de Matthew Goode en un papel del que no conviene decir nada.

Párrafo al margen merece la gran protagonista de la función que es una sobresaliente Alisha Weir como Abigail. La jovencita pre-adolescente brilla con luz propia presentando dos caras de una misma moneda. Por un lado es una inocente niña y, por el otro, mejor lo descubrís vosotros mismos. En ambas interpretaciones alcanza el top… especialmente en la segunda de ellas mostrándose como una auténtica fiera manipuladora. La joven actriz intentó hacer casi todas sus escenas, tanto las de acción como las de ballet. Y para lograrlo entrenó con los mejores profesionales que la producción puso a su disposición. El resulto es espectacular viéndola bailar fragmentos del ‘Lago de los cisnes’ y moverse salvaje, rápida y cuidadosamente, y de manera imparable y felina. Alisha tan sólo dejó de protagonizar aquellas escenas verdaderamente peligrosas para su integridad física. Su lema aquí fue: “Si puedo hacerlo, lo hago, soy testaruda”.
“Joey… siento mucho lo que te va a pasar” (Abigail)

En conclusión.
Termino esta crítica de Abigail, una película muy fresca y entretenida que da todo lo prometido. Una nueva propuesta de Radio Silence que es fiel a su estilo desvergonzado y violento dando lugar a una pequeña joyita que, seguramente, será totalmente disfrutable por los amantes del subgénero vampírico… entre los que yo mismo me encuentro, todo sea dicho.
Tráiler de Abigail
Su desatado segundo acto yendo a por todas. Dan Stevens y una excelsa Alisha Weir. Mantener en la medida de lo posible la mitología de los vampiros. Todas las set-pieces están muy bien filmadas siendo además muy agresivas.
Si uno ya ha visto muchas películas adivinará sin problemas determinados puntos de la trama.






