Willy’s Wonderland
El parque Willy’s Wonderland abrió para ser un referente de diversión, pero solo en apariencia. Una serie de tarados mentales, y asesinos, eran quienes llevaban el lugar y no tardaron en sacar a la luz su verdadera cara. Antes de morir, acribillados por la policía, los despreciables matarifes hicieron un rito suicida para que sus almas pasaran a las de los robots y vivir para siempre en ellos. Ahora, más de veinte años después, han elegido a la víctima equivocada con la que alimentarse: un hombre solitario que pasará toda una noche dentro del parque limpiando el tugurio a conciencia. (Cineycine).
“Willy´s puede parecer un lugar donde los niños vienen a jugar y pasárselo bien. Pero es mucho más que eso. Una vez dentro se supone que iban a disfrutar de un pastel de cumpleaños y del espectáculo privado de la comadreja Willy en la sala súper-divertida… pero los espectáculos siempre terminaban de la misma manera…”. Robots animatrónicos poseídos por los espíritus de asesinos vs Nicolas Cage. ¿Qué puede salir mal? Si hoy es tu cumple, sé bienvenido a ‘Willy’s Wonderland’. ¡Lo pasarás genial!
“No está atrapado aquí con ellos. Ellos son lo que están atrapados aquí con él” (Liv)
Crítica de Willy’s Wonderland
Divertimento claramente camp sin más vuelta de hoja. ‘Willy’s Wonderland’ además se beneficia de otra inenarrable actuación, plenamente consciente, de un completamente mudo Nicolas Cage. Aquí en versión llanero solitario total. La película viene incluso producida por el propio Cage bajo su sello Saturn Films. El peculiar actor se pasa una mitad de la película, por “azares del destino”, limpiando una sala de cumpleaños maldita. Y la otra mitad la pasa aniquilando robots animatrónicos sedientos de sangre.
Kevin Lewis es quién se encarga de la dirección. Una realización cumplidora y poco más. Loable es ver como Lewis intenta dotar de buen ritmo a la cinta entre muerte y muerte, y descanso y descanso, del “limpiador Cage”. Estamos ante un director que antes de esta película no había hecho nada que llamará la atención. Seguramente después de este film tampoco lo haga. Apuntar que, según sus propias palabras, ‘Willy’s Wonderland’ está concebida como una mezcla entre ‘El jinete pálido’ y ‘Payasos asesinos del espacio exterior’. De la primera toma el personaje vengador de pocas palabras (en este caso ninguna). Y de la segunda coge los nombres de varios personajes, situaciones calcadas y bueno, relean el título, literalmente cambia los payasos por robots ¡y ya!
Oficialmente, ‘Willy’s Wonderland’ se estrenó en VOD en Movistar y plataformas digitales para España el 4 de julio de 2021. En EEUU lo hizo hace algunos meses, concretamente el 12 de febrero. En lo que concierne al mercado patrio, el film tendrá una edición física disponible desde el 26 de agosto por parte de YouPlanet y Divisa Home Video.
La música la compone Émoi, quién toma canciones infantiles y les da una tétrica vuelta de tuerca. Algo que ya habíamos visto en un reciente film de Cage. Me refiero a ‘Mamá y papá’ (Brian Taylor, 2017) con la secuencia del ‘Hookie Pookie’. En cuanto a la fotografía la firma David Newbert. Avisar que la práctica totalidad del film transcurre dentro del local de cumpleaños malditos, un lugar mugriento y maldito. Esta ambientación empareja el film con una serie B reciente y bastante reivindicable como ‘La casa del terror’ (Haunt, Scott Beck, Bryan Woods, 2019).
‘Willy’s Wonderland’ es un video por demanda claramente paródico. Siguiendo este tono, la película contiene muertes bestias, robots listos para matar a inconscientes huéspedes (sea o no su cumpleaños) y un justiciero que va claramente a lo suyo. A este último, el mundo le importa nada y menos. Tan solo se preocupa por su coche y por lograr la partida perfecta en el pinball. Si la consigue… se desatará con baile para la posteridad incluido con el ya mitificado molinillo de Cage.
De algunos films recientes de Nicolas Cage, desde su época post-Hacienda, se ha dicho (con justicia) que estos tenían calidad digna de cine. Incluso hemos presenciado obras suyas que, en otras condiciones (con salida masiva a grandes salas y su figura a la altura de su status noventero), hubiesen sido hits de taquilla. Lamentablemente ‘Willy’s Wonderland’ no es el caso. Aquí se cumple “La ley Cage”. Esa regla que reza que aproximadamente 2 de cada 3 films que firma lo hace o para las risas o por seguir activo. Esta es para las risas, sin más.
Este film no pasa se der una baratija de serie B con un espíritu claramente ochentero. En ambos casos se disfruta por lo mismo. Y no nos podemos engañar, la película será vista por la temática de los peluches asesinos y la figura de culto que supone Nicolas Cage en todo lo que toca. Una estrella ya instalada como “un género en sí mismo” y plenamente consciente de lo que “su público” espera de él.
Del casting apenas se puede hacer un análisis a nivel interpretativo. ¡Esto es el show de Nicolas Cage! Incluso para lo que podía haber sido… se puede decir que está tranquilo. Eso sí, salvando algunos arrebatos cuando le da por machacar la máquina de pinball, o la mejorable y ciertamente desconcertante cara de estreñido que pone cuando la Sheriff le obliga a arrodillarse apuntándole con una recortada. En global, Cage se echa la peli a la chepa. Por su parte, los chavales que entran en el film a mitad de metraje importan poco o nada y lo hacen para dar carnaza. Ojo al chiste recurrente de la camiseta de empleado y la alarma de aviso del descanso.
La chavalería la forma una tropa de diversificados e inconscientes amigos adolescentes. Un grupo digno de la película/serie de la semana en Netflix. De ellos destacar, por su esfuerzo, a Emily Tosta como Liv, la verdadera protagonista y eje del film. Y también al elemento ineludible de estas cintas que supone Caylee Cowan (Kathy). Ojo a esta última que, tras hacer su show de “scream queen”, no la dejan ni decir “adiós”.
Otros personajes con más que menos presencia son Chris Warner como Jed, el mecánico/gruista del lugar. Y también Ric Reitz encarnando al vaquero Tex Macadoo, el compinche de fechorías de Chris. Finalmente, papeles imposibles para una Sheriff que supone una mala broma en sí misma a la que da vida Beth Grant (Sheriff Lund) y su ayudante con cara de lerdo interpretado por David Sheftell (Evan)
“… Y recordad amigos. La fiesta nunca acaba en… ¡WILLY`S WONDERLAND!” (Willy “La comadreja”)
En resumidas cuentas.
Acabo esta crítica de Willy’s Wonderland, sobre el papel, y viendo las recientes incursiones en el terror de Cage, uno esperaba algo más. Queda muy lejos de las alocadas e imprescindibles ‘Mandy’ (Panos Cosmatos, 2018) y ‘Color Out The Space’ (Richard Stanley, 2019). Incluso de la reivindicable y ya citada ‘Mamá y papá’ con la que guarda algunas similitudes. Recomendada solo para fans acérrimos de Cage. Sin él en el casting, la película sería una más de las infumables propuestas de robots/juguetes/peluches asesinos.
Tráiler de Willy’s Wonderland
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