Machete
Machete es un policía federal que se salta las normas para ir a por Rogelio Torrez, el mayor capo de la droga de Texas. Sin embargo, Torrez le prepara una encerrona acabando con su familia y dejándolo a él por muerto. Pero Machete reaparece tres años después como un sin-papeles que se gana la vida como jornalero. En esta situación acabará siendo contratado por un misterioso hombre de negocios llamado Booth, que le propone un trabajo: asesinar a un político texano de pura cepa que quiere acabar con la plaga de la inmigración ilegal de una vez por todas. (Cineycine).
Robert Rodriguez reunió a buena parte de su equipo habitual de colaboradores para traernos otro de sus desatados «westerns urbanos» tras ‘Desperado’ (1995), ‘Abierto hasta el amanecer’ (1996) y ‘El Mexicano’ (2003). Rodriguez vuelve a demostrar que para él nunca es suficiente. Ya está aquí el héroe definitivo. El macho-men por antonomasia. Es feo y duro. Es… ‘Machete’.
«Machete no manda mensajes. Machete improvisa» (Machete)
Crítica de Machete
Después de convertirse en un director a tener en cuenta con ‘Desperado’ (1995), Robert Rodriguez tenía el suficiente colchón como para ponerse tras las cámaras de algunos proyectos personales que tenía escritos desde tiempos inmemoriales. En concreto, dos eran los que más ansiaba llevar a cabo. Por un lado, una secuela de ‘Depredador’ (1987) que estaría ambientada en el planeta de los depredadores y, por otro lado, ‘Machete’, la historia del primer «superhéroe» latino.
Al presentar los dos guiones estos fueron rechazados por las majors. El primero por ser demasiado caro (aunque al final acabó haciéndose bajo el título de ‘Predators’, eso sí, sólo producida por Rodriguez). Y el segundo porque un superhéroe latino no tenía el suficiente tirón para el público americano, por lo menos no de la forma en que Rodriguez lo quería hacer. En cambio, le ofrecieron que se encargara de la inminente ‘La máscara del Zorro’ (1998). Para esta última ya habían contratado a Antonio Banderas como protagonista.
Rodriguez empezó a buscar localizaciones para el proyecto, pero en mitad de la pre-producción el film comenzó a correr peligro. Por aquellos tiempos, la Tristar comenzaba a tener problemas financieros, los mismos que la harían desaparecer años después. A pesar de tener ya las localizaciones elegidas, y el proyecto avanzado, Rodriguez no podía esperar demasiado para rodar su segundo film USA (si no contamos su colaboración para ‘Four Rooms’). Así pues, se desentendió del Zorro y de su vieja ambición de llevar al mito latino por excelencia. En su lugar se fue a rodar con su buen amigo Quentin Tarantino la grandiosamente divertida ‘Abierto hasta el amanecer’ (1996). A esta le seguiría su único encargo hasta la fecha, ‘The Faculty’ (1998), sin duda ninguna su film más impersonal.
Pero si algo tiene Robert Rodriguez es una perseverancia a prueba de bombas. Además es un hombre orquesta capaz de comérselo y bebérselo todo él solito… habiendo montado un estudio en su rancho de Texas y levantar de la nada una productora llamada Troublemaker Studios, junto a su esposa, Elizabeth Avellan. Por ello, no cesó en su empeño de hacer ‘Machete’, cuyo guión empezó en 1993 y terminó durante la filmación de ‘Desperado’. Danny Trejo sería el protagonista absoluto dando vida al Machete del título. No por casualidad, Trejo ya había «interpretado» al personaje en cinco ocasiones en otros films bajo el alias de Cuchillas (los films son: la ya citada ‘Desperado’, la saga Spy Kids y ‘Predators’). Machete es un jornalero mexicano en busca de venganza contra el hombre que acabó con su familia y le robó su trabajo.
Lástima que tocara en la puerta que tocara, Rodriguez, sistemáticamente, siempre recibía la misma respuesta: «NO, una cinta con un sin-papeles como héroe y encima feo, no la haremos, no es viable». Sin embargo, Rodriguez sabía que algún día haría el film. La producción no demandaba un gran presupuesto y su lugar en la industria del cine era cada día de más peso. Por ello, en 2007, cuando su colega Tarantino le ofreció ser el co-director de ‘Grindhouse’, un experimento de doble sesión cinematográfica con dos films de temática trash con espíritu de los años 70, sabía que aquella era la suya…
Robert desempolvó un viejo libreto sobre una epidemia zombi y ¡zás! allí estaba el script de ‘Machete’ deseando tener su oportunidad. Rodriguez estaba en su salsa y ‘Planet Terror’ (su segmento para ‘Grindhouse’) ganó la partida a ‘Death Proof’ (la parte filmada por Tarantino). Además de ello, los fakes trailers que se exhibían entre segmento y segmento causaron furor en la red. Tan es así que se convirtieron en piezas de culto. De todas ellas, la que más pasión desató fue ‘Machete’. Por ello, la Fox no puso ningún «pero» al rodaje del film. Primero con las vistas puesta en su salida en formato doméstico. Posteriormente, viendo que el proyecto tenía una acogida masiva, dieron luz verde para que la cinta fuera a cines de todo el mundo.
20 millones de presupuesto y a rodar. Eso fue lo que dieron a Rodriguez para ‘Machete’. Así planificó el calendario filmando en lugares ya vistos en sus propias cintas (la iglesia de ‘El Mexicano’ o su propio rancho en Texas). También se las arregló para llamar la atención de un casting de actores de lo más variado: intérpretes de prestigio como Robert De Niro, jóvenes en ascensión como Jessica Alba o Michelle Rodriguez, olvidados como Steven Seagal, Jeff Fahey o Don Johnson e incluso celebrities de la prensa amarilla como la «presidiaria» Lindsay Lohan.
‘Machete’ tiene un aroma especial. Para algunos será una mala película y punto. Pero si eres uno de los míos, y has crecido mamando el actioner de los 80 con Schwarzenegger y Stallone como emblemas, disfrutasteis con los explotations de los 70 y seguiste con asiduidad la carrera de repartidores de cera como Van Damme, Steven Seagal o Wesley Snipes en los 90, entonces, ‘Machete’ te gustará. En ella encontrarás un poco de todo eso elevado al máximo grado de desparrame total y con toda la falta de vergüenza del mundo.
En el film pululan desde un desvergonzado Robert De Niro que culmina su actuación con un irónico final… hasta un Don Johnson en plan redneck total y reivindicándose como el gran actor que es. A ellos hay que sumar al inmutable protagonista: un muy convincente Danny Trejo en el papel más extenso de su carrera que abarca innumerables títulos. Sin olvidar las bellísimas aportaciones de Jessica Alba y Michelle Rodriguez. Ambas vienen a compensar lo feo que es su protagonista. Incluso se hizo sitio para que una «impresentable» como Lindsay Lohan intentara recurrir a sus últimos cartuchos para seguir haciendo cine y enseñar cacho sin miramientos (en un rol que deja bien claro lo desesperada que estaba por no caer en el olvido).
Cine trash de pura cepa. Un despiporre de la serie B más barata y directa. Una cinta que es tan consciente de sus limitaciones que es imposible cebarse con ella. Robert Rodriguez haciendo lo que mejor sabe, y un reparto de actores plenamente acertados y que basan sus actuaciones en el cliché del género: tipos duros y mujeres bellas a tutiplén.
Todo en la película tiene un sabor a nostalgia: su reparto de actores de épocas anteriores, su fotografía envejecida, su tono de mexican exploitation y hasta su selección musical con temas tremendamente reconocibles de la iconografía latina y mexicana de décadas pasadas. Una suma que le da al film un agradecido tono desenfrenado. Estamos pues ante un divertimento sin más pretensiones que las de dar al público que vitoreó el fake trailer de ‘Grindhouse’ un largometraje a la altura de aquel avance. Doy fe que ‘Machete’ lo consigue, es lo que los críticos llamarán cine basura. Da gusto que, de vez en cuando, Rodriguez deje de lado sus boberías infantiloides con niños espías y demás… y haga lo que mejor sabe hacer: serie B barata con sus guiños personales.
En una cinta de estas características no hay que esperar grandes actuaciones, aún así encontramos en ella a unos cuantos personajes destacados. El primero es Von “Stillman” Jackson. Bajo su placa de teniente de la policía fronteriza se esconde un psicópata racista con aires de texano antiguo, sombrero, patillas, acento y botas incluidas. Don Johnson es la cara de este odioso individuo que empieza la mayoría de sus escenas con la pregunta «¿Habla inglés?». Pregunta a la que le sigue una lluvia de balas sin distinciones entre hombres, mujeres, niños o mujeres embarazadas… todo lo que se ponga a tiro de Jackson acabará comiendo arena texana. Lástima que Jackson desaparezca de la forma en que lo hace. Merecía un mejor final.
El segundo en destacar es el senador John McLaughlin al que da vida Robert De Niro que se lo pasa en grande. Sabedor de que hoy día en el séptimo arte poco le queda por demostrar, De Niro elige aquellos proyectos en los que, de algún modo, va a encontrar algo distinto. En esta cinta lo consigue dando vida a un senador americano que disfruta matando él mismo (bajo el refugio de la noche) a los inmigrantes mexicanos que osan cruzar la frontera. También gusta de dar discursos imposibles con más que reprobables vídeos de campaña y montar farsas para engrandecer su status político (como aquella en la que recibe una bala en la pierna por su pueblo).
Por supuesto también luce lo suyo Rogelio Torrez, un narcotraficante cliché con el rostro imperturbable de Steven Seagal. Es difícil saber si Seagal disfrutó o no con este rol. No hay apenas declaraciones del astro del Aikido sobre su participación aquí. Lo que sí es cierto es que Steven lleva a cabo un cambio de registro totalmente revolucionario en su carrera. Es el malo-malísimo. Nada de medias tintas. Aquí Seagal va a saco. El narco al que da vida se lo pasa en pipa rodeado de mujeres bellas, empuñando con su inimitable estilo la katana y hablando español en versión original con su voz ronca. Finalmente nos deja boquiabiertos con su plano final que es de todo menos esperado.
¿Y el resto del cast? Pues muy correctos todos, incluido Danny Trejo, que no tiene que esforzarme mucho para resultar creíble como un duro mexicano de rostro marcado. Jeff Fahey saborea cada diálogo dentro de su lascivo y corrupto personaje. Salvo las actuaciones de Jessica Alba y Lindsay Lohan, el resto son actores con tablas y de nivel. Alba como una agente de inmigración con el pelo grasiento no está muy allá. Y Lohan confirmó en la película lo que un servidor ya venía sospechando desde hace años. Me refiero a que esta chica solo tiene dos registros: el primero es insoportable y el segundo tiene un pase. Sobre su papel en el film es mejor verlo que explicarlo… aunque no se ve el rótulo de basado en hechos reales, me da a mi que mucho no tuvo que preparar su rol en la cinta.
Para ir cerrando el chiringuito sólo queda decir que estamos ante una recuperación de la serie B sin pretensiones artísticas de los 70 y 80. Aquellas producciones baratas de fostiadores como Charles Bronson (sobre todo con su saga ‘Death Wish’), Chuck Norris, Van Damme o el propio Steven Seagal. O de iconos de culto como Rolling Thunder («El ex-preso de Corea») y también aquellas pelis de doble sesión de verano de cuya teta tanto mamó de joven Rodriguez y que le influenciaron irremediablemente en su vida. Una muestra más de venganza en el cine. De que cuando lo pierdes todo… la única ley que te asiste es la ley del Talion. Ojo por ojo. Diente por diente.
En resumidas cuentas.
Dentro del género de pelis malas, que son conscientes de que son malas, puedo decir en esta crítica de Machete que este film es de lo mejor. Si quieren una ración de risas salpicadas en rojo intenso en su menú de domingo, entonces, elijan ‘Machete’. Esta cinta es a la acción chusca lo que ‘Planet Terror’ fue a la auto-parodia zombi. Juntas hubiesen forma un notable ‘Grindhouse’.
Tráiler de Machete
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