Las crónicas de Riddick
Un poderoso ejército conocido como los Necróferos, liderado por Lord Mariscal, avanza hacia un mítico lugar llamado SubUniverso. En su avance van sembrando el terror por las galaxias conocidas, sometiendo uno tras otro a los diferentes sistemas planetarios. El objetivo de los Necróferos es convertir a su fe a todos pueblos de la galaxia. Aquellos que no se convierten son exterminados y sus planetas destruidos. Han pasado ya cinco años de los sucesos de ‘Dark Fury’, y Riddick, tras saldar cuentas con el mercenario Toombs, acude a “visitar” a su amigo el Santón Imam en La Nueva Meca del planeta Helion. Allí se topará con los Necróferos y con su propio origen furiano. El conflicto será inevitable. (Cineycine).
Llega la hora de adentrarnos un poco en el pasado de Riddick y de seguir enriqueciéndonos con su mitología. Es el momento para que este humilde bardo os cuente y cante… ‘Las crónicas de Riddick’.
“Si queremos sobrevivir debemos hallar un nuevo equilibrio. En épocas normales el Mal se combatía con el Bien. Pero en estos tiempos que corren debería combatirse con otra clase de Mal” (Aereon)
Crítica de Las crónicas de Riddick
Dicen que no es bueno repetirse. Por ello, David Twohy cambió radicalmente la apariencia en esta secuela de ‘Pitch Black’ (2000) y ‘Dark Fury’ (2004). El objetivo era ofrecernos algo totalmente diferente. Así pues, el único nexo de unión de esta trilogía son los personajes de Riddick, el Santón Imam y Jackie. El cambio experimentado de ‘Pitch Black’ a ‘Las crónicas de Riddick’ es brutal. Tan es así que parecen películas de sagas diferentes.
‘Pitch Black’ era una película modesta pero muy bien filmada y ambientada en un planeta desértico. Una cinta en la que predominaba el terror y la sci-fi. En cambio, ‘Las crónicas de Riddick’ es una costosa producción de más de 100 millones de dólares. Aquí el terror deja paso a una gran aventura desarrollada en varios planetas. Además, si bien la sci-fi sigue estando presente, lo más importante de esta cinta es la profundización que se hace en lo que podemos llamar “la Mitología de Riddick”. De esta forma, se nos revelará su origen “Bíblico-Mesiánico” como líder de los Furianos. Un líder que fue salvado de su particular “Herodes” y que debe restaurar el orgullo y honor perdido de su pueblo exterminado. Como vemos, es posible comparar su historia con aquella parte de ‘Dragon Ball Z’ dedicada al Príncipe Vegeta.
Por otro lado, ‘Las crónicas de Riddick’ es un espectáculo visual de primerísimo nivel. En este aspecto es una película francamente destacada todavía hoy en día. Sus efectos especiales y visuales son fantásticos, no en vano, para la recreación del Icono de Conquista de los Necróferos se contó con la ayuda de ILM. Los escenarios son muy variados y diferentes entre sí, por ejemplo, nada que ver Helion Primero con el Planeta Crematorio. El vestuario es sensacional destacando las máscaras y las armaduras de los Necróferos. Finalmente, toda la película está marcada por un grandioso colosalismo. Un colosalismo que va desde los gigantescos artefactos de destrucción de los necros, sus naves, estatuas,… hasta el extraordinario y épico tema musical principal obra de Graeme Revell. En definitiva, en lo visual estamos ante un film apabullante. Nada tiene que ver con la modestia que presentó en su momento ‘Pitch Black’.
En relación a lo comentado, cabe destacar que los escenarios de Nueva Meca y Crematoria fueron recreados en unos gigantescos platós construidos en Vancouver. En concreto, el plató de Crematoria tenía 60 metros de ancho por 80 de largo. Todo en esta «secuela» se hizo a lo grande… Por supuesto en esta colosal odisea también hay tiempo para la acción. De hecho, toda la película está salpicada de buenas set-pieces en forma de peleas (atención al enfrentamiento final), ataques de naves (especial mención para los mecanismos de destrucción planetaria de los Necróferos), disparos (la refriega en Crematoria) y carreras al límite (el escape de la propia Crematoria).
Con todo lo anterior, David Twohy crea una película radicalmente diferente a su primera parte… pero igual de destacada en todos y cada uno de sus aspectos. Un film al que al trío supervivientes formado por Riddick, Imam y Jackie se les unen otros importantes personajes.
“Uno es dueño de lo que mata”… La Galaxia de Riddick.
Vin Diesel, Keith David y Alexa Davalos interpretan a Riddick, el Santón Imam y Jackie/Kyra. A Riddick lo encontramos huyendo del mercenario Toombs para, posteriormente, tener que hacer frente a su propio destino. A Imam lo situamos en Helión Primero sufriendo la invasión de los necros. Finalmente, a Jackie la descubrimos presa en el Planeta Crematorio, una cárcel inhóspita para los más sanguinarios criminales.
Decir que siempre es un placer volver a ver a Vin Diesel como Riddick. En este film se presenta más delgado, ágil y fibroso de lo que está en la actualidad. Nada que ver con el Diesel de apariencia rocosa y brazos jamoneros de, por ejemplo, ‘Fast & Furious 5’ (Justin Lin, 2011). Su personaje sigue siendo parco en palabras (sólo habla cuando tiene algo amenazador que decir) pero contundente en hechos. Por su parte, la participación de Keith David es casi anecdótica limitándose a ser uno de los detonantes que hará explotar a Riddick. La francesa Alexa Davalos sustituye a Rhiana Griffith en el papel de Jackie. Esta nueva Jackie ya ha completado la agresiva transformación que dejó asomar al final de ‘Dark Fury’ (Peter Chung, 2004). En consecuencia, se ha convertido en una peligrosa mercenaria llamada Kyra capaz de plantar cara al propio Riddick.
“Tras esta vida habrá otra para mi. ¿La habrá para ti?” (Santón Imam)
Karl Urban y Thandie Newton son Vaako y Dama Vaako. Este complejo matrimonio es el que pone la nota conspiranóica y las intrigas palaciegas en la corte de Lord Mariscal. Especialmente ella que domina por completo la voluntad de su marido, comiéndole la cabeza con ideas de grandeza. Karl y Thandie forman en pantalla una buena pareja. No obstante, es clarísimo que ella, por su papel de “víbora de la Corte”, luce mucho más que el intérprete neozelandés. Thandie casi devora a Kark en cada una de sus escenas conjuntas.
Colm Feore y Linus Roache dan vida a Lord Mariscal y a su “Portavoz”. Lord Mariscal fue antaño un gran guerrero del que se dice fue capaz de llegar al SubUniverso y regresar. Regresó… pero lo hizo cambiado, con más poder y formó a su temible ejército de los Necróferos. Su “Portavoz” se dedica a actuar como embajador de muerte o conversión en todos aquellos planetas sometidos. Ambos intérpretes están más que correctos en su labor, especialmente Colm Feore que luce poderoso con su armadura y poderes que lo convierten en un rival casi imposible de tocar. Un rival al que hasta las mismísimas “Elementales de la Galaxia” temen.
“Tenlo en cuenta. Si caes aquí y ahora, no te levantarás” (Lord Mariscal)
Completan el reparto principal la veterana Judi Dench y Nick Chinlund como “La Elemental” Aereon y el mercenario Toombs. Aereon es la Elemental del Aire enviada por sus amigas para tratar de mediar ante la amenaza que, para la galaxia, supone Lord Mariscal y su ejército. Por su parte, Toombs intenta desquitarse con Riddick al no haberlo podido atrapar en ‘Dark Fury’.
De Judi Dench poco hay que decir a estas alturas, actriz magnífica que dota de gran porte a su personaje y ayuda a subir el nivel del film. Respecto a Nick Chinlund destacar que lo hace muy bien como Toombs, un mercenario cuya torpeza resulta hasta simpática para el espectador. Ahora bien, pese al buen trabajo de Nick Chinlund con este personaje, yo no me saco de la cabeza que este habría sido un excelente papel para Ron Perlman.
“No habrá futuro hasta que saldemos el pasado” (Aereon)
En conclusión.
Concluyo esta crítica de Las crónicas de Riddick, una secuela totalmente diferente a lo visto en ‘Pitch Black’ pero igualmente disfrutable. David Twohy consigue mantener el nivel de la anterior entrega logrando que el espectador disfrute al máximo con una odisea interplanetaria en la que Riddick marca la velocidad a seguir. Recomendada, y más si eres fan de Riddick.
“¿No tendréis miedo de la oscuridad, verdad?” (Riddick)
Curiosidades.
-Los “perros infernales” fueron concebidos como una mezcla entre lobos y leones.
-El estilo de lucha de Riddick está inspirado en la lucha filipina conocida como Kali. Además, suma aportes del wrestling y el uso de cables.
-Con un coste total de 105 millones de dólares la película no triunfó en taquilla. Al finalizar su carrera comercial tan sólo fue capaz de recaudar 115.772.773 $ a nivel mundial.
-En una de las escenas eliminadas del metraje final de ‘Las Crónicas de Riddick’ (inclusive de la versión del director) se encontraba una escena en la que “el perro infernal” amigo de Riddick mataba Toombs.
Tráiler de Las crónicas de Riddick
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