Ira de Titanes
Diez años después de la épica derrota del Kraken por parte de Perseo, este vive en paz como pescador en una aldea remota junto con su hijo, Helio. Sin embargo, la paz se verá quebrantada por la noticia de que su padre, el dios Zeus, ha sido capturado por Hades y su otro hijo, Ares, dios de la Guerra. Por lo tanto, Perseo deberá emprender un peligroso viaje que le llevará hasta el Tártaro. Allí también se encuentra el rey de los Titanes: Crono. (Cineycine).
Dos años después del estreno de ‘Furia de Titanes’, la Warner Bros nos trajo la (brutal) épica secuela. La primera parte resultó una entretenida cinta de aventuras que, aunque tenía “furia”, no llegó a plasmarla del todo. Esto es ya es otra cosa. Esto es la ira… ‘Ira de Titanes’.
“¿Vas a hacer las paces con el dios de la Guerra?”.-Perseo.
Crítica de Ira de Titanes
Retrocedamos un poco en el tiempo, concretamente al 31 de marzo de 2010. Ese año se estrenaba en cines españoles el film ‘Furia de Titanes’, remake de una popular cinta de aventuras del mismo título de 1981. La película que realizó Louis Leterrier recibió duras críticas en favor de un viejo film sobrevalorado. Un film bastante pobretón a nivel argumental e incluso técnico (las cintas de ‘King Kong’ de 1933 y ‘Jasón y los Argonautas’ eran muchísimo mejores, en todos los aspectos).
Por otro lado, reconozco que la cinta de Leterrier no era precisamente memorable y que fallaba en algunos aspectos. Por ejemplo: un guión pobre y hecho al servicio a la estrella del film, Sam Worthington. La interpretación de Sam no era precisamente una maravilla… y eso que le acompañaba un logrado reparto de actores. Por contra, la cinta rebosaba sensación de espectáculo y diversión por los cuatro costados. Además de tener un buen puñado de efectos especiales muy conseguidos.
¿Y entonces qué ocurre con ‘Ira de Titanes’? Pues que el cambio de director y guionistas, entre estos últimos encontramos a Greg Berlanti y Steven Knight, consiguen un resultado final un tanto superior a su predecesora en esos campos. Especialmente es el director, Jonathan Liebesman, el que hace de esta película un mejor producto. Liebesman entrega una cinta trepidante, sin un minuto de respiro y con unas tremebundas escenas de acción. Por otro lado, la historia presentada por los guionistas es más interesante y más centrada en el aspecto mitológico. En este apartado no hay más que ver la cantidad de monstruos que se sacan de la chistera…
Por su parte, las interpretaciones y el reparto en general también resultan mejores que las de su antecesora. Empezando por un Sam Worthington más carismático y maduro. Escoltándolo tenemos unos notables Liam Neeson, Ralph Fiennes y Edgar Ramirez, en los papeles de Zeus, Hades y Ares. Atención al último que se marca una de las escenas de acción más brutales de la película junto a Worthington. También tenemos un sorprendente Toby Kebbell que se lleva la palma en cuanto a las situaciones cómicas. Finalmente, destacar además a Rosamund Pike como una mejor Andrómeda que la que entregó Alexa Davalos.
¿Y qué hay de los efectos visuales y la música? Muy buenos. Los efectos visuales nos regalan algunos brutales monstruos con especial mención a los Cíclopes y Crono, los más espectaculares. La guinda del pastel la pone la genial banda sonora de Javier Navarrete. Nuestro compatriota se luce en momentos puntuales con un temazo acorde con la temática de la narración. De esta forma deja en mal lugar a la score de Ramin Djawadi. Aquella BSO no estaba mal, pero era demasiado cercana al estudio de Remote Control (es decir, factoría Zimmer).
En conclusión.
Finalizo esta breve crítica de Ira de Titanes, una cinta de aventuras que resulta mejor que la primera parte en casi todos sus campos principales (aunque no se libra de cometer algunos fallos). Aquí tenemos una aventura trepidante, entretenida y tremendamente espectacular.
Tráiler de Ira de Titanes
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