Hotel Transilvania 3: Unas vacaciones monstruosas
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Transilvania, 1893. A bordo de un viejo tren comienza la disparata rivalidad entre Drácula y uno de sus enemigos más mortales. Los años van pasando y la rivalidad se mantiene hasta que el adversario del Conde parece desaparecer. En la actualidad: Drácula y sus amiguetes se toman unas vacaciones para desconectar del ajetreo diario. Es tiempo de… ‘Hotel Transilvania 3: Unas vacaciones monstruosas’.

“No escaparás del chin”

Crítica de Hotel Transilvania 3: Unas vacaciones monstruosas

Genndy Tartakovsky, genial creador de Samurai Jack’, sigue explotando sus divertidas parodias de los monstruos más clásicos del cine. Todo comenzó en el año 2012 conHotel Transilvania y continuó tres años después con Hotel Transilvania 2’. Ahora nos llega esta tercera entrega que presenta un libreto escrito por Michael McCullers y el propio Tartakovsky.

La historia de ‘Hotel Transilvania 3’ no ofrece nada nuevo que no hayamos visto anteriormente en esta trilogía o en otros films. Entre manos tenemos una trama que se centra en dos mensajes. Y he aquí el gran y doble problema: el primer mensaje nos habla de no juzgar a nadie por el aspecto exterior y saber ver más allá… algo visto miles de veces y que incluso ya se trató en la citada ‘Hotel Transilvania 2’ con aquellas uniones entre humanos y monstruos. El otro gran tema es la venganza y el rencor, cuestiones estas que se convierten en el sentido que da vida al villano del film. Ni que decir tiene que estas dos temáticas han sido explotadas trillones de veces. Y todo esto se envuelve en el típico y tópico enamoramiento a primera vista en el que cae Drácula con respecto a la capitana Ericka.

Por otro lado, el recurso cómico o los gags relativos a los monstruos se sienten ya gastados. Quiero decir que no sorprenderán al público adulto. Aunque no niego que funcionen con los infantes, siendo ellos su público potencial y los que más disfrutarán con las ocurrencias de Frankenstein, Blobby y los demás. A los adultos nos queda el gag del avión de los Gremlins, esos divertidos hombres-peces y alguna sorpresa más, especialmente en forma de canción.

Las temáticas expuestas, y los toques cómicos, tienen lugar a lo largo de un metraje que queda configurado como un viaje de recreo. Un tour que hacen nuestros amigos en el Legacy, un auténtico Titanic para monstruos. Todos pasan unas jornadas marítimas que, partiendo del “Triángulo de las Bermudas”, les llevarán a diferentes y míticos parajes. ¿La razón de configurar así el film y alejar a los protagonistas del hotel del título? La respuesta la tiene Genndy Tartakovsky: “Me encantan los personajes, pero si íbamos a hacer una tercera película debíamos llevarles a algún sitio donde no hubiesen estado nunca, tanto física como emocionalmente”. A esto se le suma el hecho de que nada más terminar el rodaje del film anterior, Tartakovsky fue invitado a un crucero por sus suegros. Fue durante ese viaje que concibió la idea original para esta tercera parte.

Al respecto de la animación no cabe queja alguna, y es aquí donde la película consigue su máximo brillo. No sólo se mantiene todo el buen trabajo anterior en cuanto a los divertidos y caricaturescos personajes, sino que también se aprecian algunos fondos y parafernalia visual muy bien trabajada, por ejemplo, el propio barco que es un espectáculo. En este apartado es obligado destacar el bizarrísimo diseño animado del villano de la función y cuyo nombre no desvelaré. El maloso queda establecido como una cabeza pegada a un inenarrable cuerpo mecánico…

De los personajes nada que comentar. Ya los conocemos de las anteriores películas y todos ellos siguen respondiendo a las mismas características. No obstante, sí que haré una breve referencia a los tres nuevos protagonistas. La primera incorporación destacada es la del gigantesco Tinkles, el perro mascota de Dennis que destaca por su inquieto carácter y por el gran cariño que le tiene al pequeño nieto de Drácula. Las otras dos novedades son las de la capitana Ericka y la del villano principal. Respecto a Ericka decir que es una humana altamente extrovertida. En su cargo gestiona a la perfección el Legacy y enamorará al famoso conde al instante. Finalmente, del villano de la función sólo diré que es uno de los protagonistas de la mitología creada por Bram Stoker. Para la ocasión, su personalidad está basada en la venganza, el resentimiento y el desconocimiento.

El reparto de voces en la versión original no sufre cambios. Al frente del mismo siguen Adam Sandler (Drácula), Selena Gomez (Mavis), Andy Samberg (Johnny), Kevin James (Frank), Fran Drescher (Eunice, señora Frankenstein) y Mel Brooks (Vlad). Por su parte, la capitana Ericka le presta su voz Kathryn Hahn. En España también se mantiene el casting original de voces con Santiago Segura (Drácula), Dani Martínez (Johnny), Mario Vaquerizo (Frank), Alaska (Eunice) y Arturo Fernández (Vlad). Las novedades son Macarena García asumiendo el rol de Mavis y Cristina Castaño como Ericka.

En conclusión.
Termino esta crítica de Hotel Transilvania 3: Unas vacaciones monstruosas, un film que queda por debajo de las entregas anteriores y que empieza a sentir el desgaste de sus personajes y chistes. Ahora bien, todavía es capaz de ofrecer 97 minutos de diversión para que los más pequeños de la casa suelten unas carcajadas viendo como Drac y sus amigos participan en las disparatadas actividades de recreo del Legacy, todo esto al tiempo que viven una nueva aventura alejados de su hábitat natural (el hotel) pero siempre con la familia por bandera.

Tráiler de Hotel Transilvania 3: Unas vacaciones monstruosas

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