Háblame
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“Este film es un fiel reflejo del hecho de que en la adolescencia uno no sabe cómo lidiar con los sentimientos y descubre algunas válvulas de escape que alteran la mente. Todo lo que hemos hecho fue en favor de hacer nuestro primer largometraje. Cada vez que rodábamos, volvíamos a casa y editábamos era tan… fue la mejor experiencia de nuestras vidas. Disfrutamos cada segundo. Sentíamos que estábamos soñando y ya queremos hacer otra película”. Danny y Michael Philippou nos presentan su ópera prima: ‘Háblame’.

“¡Háblame! ¡Te dejo entrar!” (Mia)

Crítica de Háblame

Estamos ante la primera película de dos famosos youtubers. Me refiero a Danny y Michael Philippou, dos hermanos australianos que saltaron a la fama gracias a su show ‘RackaRacka’, un programa emitido por YouTube en el que tocaban diferentes temáticas de un modo totalmente abierto. Ahora han apostado por ir un paso más allá. Por ello, han debutado detrás de las cámaras en un film de terror que lleva por título ‘Háblame’ (Talk to Me, en inglés). En este aspecto, siempre que llega gente nueva al séptimo arte se espera una ola de frescura. Y Danny y Michael, más o menos, la han conseguido.

Lo primero de todo es resaltar su dirección… y más viendo su escasa experiencia anterior. También está de su lado el pequeño presupuesto con el que han contado para dar a luz a ‘Háblame’. Apenas 4.500.000 $ ha sido el coste de esta producción con aspiraciones internacionales muy altas. En Estados Unidos ha sido el estudio A24 el que se ha ocupado de su distribución. Por nuestra parte, y de mover la cinta en nuestro país, se ha encargado Diamond Films.

La filmación de los hermanos Philippou resulta valiente y saben guardar la ropa. El film es valiente porque no duda en mostrar las terribles consecuencias provocadas por la posesión de los espíritus con escenas que realmente llegan a doler (ojo a la tremebunda secuencia en la que es poseído el más joven y a su posterior estancia en el hospital). Y sobre “guardar la ropa”, me refiero a que los hermanos se han decantado claramente por un rodaje y fotografía oscuras para ocultar carencias. Y ya la cumbre la alcanzan con un final muy echado para delante que realmente impacta, sobre todo viendo cómo había empezado la película para algunos protagonistas. Por último, la cinta va como un tiro y apenas tiene tiempos muertos. Tiempos que son empleados para conocer mejor a los personajes.

Respecto a lo que me gusta llamar “elementos asustadores”, en ‘Háblame’ no se recurre tanto como en otras producciones a los “jumpscares”. Aquí lo que cuenta es dejarte sugestionar por la atmósfera y el poder de los espíritus… más allá de las sesiones con la mano. A destacar, eso sí, los efectos de maquillaje y prótesis. En este aspecto tenemos un par de secuencias impactantemente desagradables.

El argumento del film es obra del propio Danny Philippou con la ayuda de Bill Hinzman, uno de los colaboradores habituales del show de los hermanos. En principio, y bajo el “disfraz” o “Macguffin” de la mano embalsamada, cualquiera puede pensar que está ante una idea muy original y novedosa. Sin embargo, esto no es así. Si ahondamos un poco vemos como “la mano” no deja de ser una especie de ouija, aunque más directa. Y, por otro lado, la estructura narrativa es totalmente clásica. Con esto último quiero decir que la historia responde, punto por punto, a la del típico film en el que un grupo de chicos juega con algo siniestro y terminan pagando las consecuencias. ¿Cuántas películas hay que repiten este mismo patrón? Posiblemente cientos o miles. Por consiguiente, no puedo decir que ‘Háblame’ sea una propuesta netamente original.

No obstante lo anterior, tampoco puedo negar lo atractivo de parte de la trama. En este sentido, la mano, como objeto cinematográfico, tiene una presencia muy poderosa. Y ya no diga nada cuando en el otro extremo de la mesa aparece un fantasma al que se le invita a “entrar”. Esto último provoca gran tensión en el espectador porque no se sabe por dónde va a salir el tiro… además, da pie a un macabro juego en el que la verdad queda difuminada y las “reglas” en el limbo. También resulta muy sugerente que apenas se diga nada de la mitología de la mano. Sin duda, esto se ha hecho con toda la intención de dejar fantasear al público. Y, por supuesto, para abrir puertas de cara a probables precuelas y secuelas ya confirmadas.

Un último apunte positivo de la trama radica en lo bien trabajados que están los chicos protagonistas. Aquí no estamos ante un grupo de imbéciles, sino ante jóvenes con problemas y dramas que terminan por importarnos. Realmente llegamos a conectar con parte de ellos como pueden ser Mia o Riley.

El reparto está formado por rostros jóvenes y escasamente reconocibles para el gran público. La actriz Sophie Wilde es la protagonista principal dando vida a Mia. Su actuación es el alma de la película y toda la estructura narrativa de la misma descansa sobre ella. Comento esto porque Sophie tiene que hacer frente a la trama de la mano embalsamada y también a una dramática subtrama familiar que soporta Mia. Globalmente su actuación es francamente buena. Y lo es no sólo por sus logrados rostros de maldita cuando está poseída… sino también por cómo logra transmitir el dolor con el que carga su personaje y su transición a la edad adulta. Y ¡ojo! todo esto lo consigue siendo este su debut cinematográfico.

Otro joven con el que conectamos bastante es Joe Bird en su rol de Riley, un adolescente que cae bien por su fragilidad y evidente conexión con Mia. Estas dos circunstancias serán las que nos hagan sentir bastante ciertas cosas que le pasarán a lo largo del film. Su hermana mayor en la ficción es Alexandra Jensen como Jade. Al principio nos caerá un poco mal por su dependencia del móvil y carácter cliché… pero, poco a poco, irá tornando hacia actitudes más responsables ganándose nuestro respeto. La madre de Riley y Jade está interpretada por Miranda Otto, la actriz más reconocida de toda la propuesta. Sus intervenciones hacen subir el nivel interpretativo aportando la veteranía necesaria y con buenos momentos dramáticos.

Un papel de apoyo y de buen chico es el que va para Otis Dhanjiy como el exnovio de Mia y actual pareja de Jade. Y terminando con el cast, tienen un papel muy secundario, pero trascendente, Chris Alosio y Zoe Terakes. Ellos son los poseedores de la mano embalsamaba y los que invitan a todos los demás a “jugar”.

“Lo de la mano, ¿te ha asustado?” (Mia)

En conclusión.
Termino esta crítica de Háblame, una buena propuesta para adentrarse en el peligroso mundo de las adicciones y aprender las consecuencias que eso puede tener. La pena es ver como se trata, por todos los medios, de convertirla en la nueva película viral del momento… para luego enviarla al cajón del olvido junto a otras “master-pieces temporales” como ‘Posesión infernal: El despertar’, una película de la que ya no se acuerda nadie y eso que sólo hace unos meses que se estrenó.

Tráiler de Háblame

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