El hombre del norte
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Dentro de los vikingos, los berserker eran auténticas e imparables bestias humanas. Ahora imaginad que uno de ellos tuviera que vengar la muerte de su padre para cerrar su círculo. ¿De qué sería capaz este guerrero? Ya mismo podéis descubrirlo en ‘El hombre del norte’.

“¡Te vengaré padre, te salvaré madre y te mataré Fjölnir!” (Amleth)

Crítica de El hombre del norte

Después de La bruja (2015) y El faro (2019), el cineasta Robert Eggers nos entrega con ‘El hombre del norte’ su film más “comercial”. Dado el presupuesto invertido, unos 60-90 millones de $, parece claro que Universal ha controlado en cierta manera la producción. Y todo para intentar que este tercer film de Eggers llegue lo más posible al público casual. Ahora bien, esto no quiere decir que en ‘The Northman’ no haya simbolismos, escenas surrealistas/sobrenaturales ni que tampoco se note la mano de Robert Eggers. No, nada de eso. Simplemente es una película más “cercana” al espectador habitual que las dos anteriores.

En el guión también repite el propio cineasta con la colaboración del reputado autor islandés conocido como Sjón. Entre ambos nos imbuyen en la mitología vikinga con mitos como Odín, el Valhalla, las Valikirias, la Draugr y, sobre todo, la leyenda nórdica de Amleth. Una leyenda posteriormente adaptada y/o revisionada por el mismísimo William Shakespeare en ‘Hamlet’.

Teniendo en cuenta lo anterior, es muy probable que muchos espectadores encuentren similitudes entre ‘El hombre del norte’ y ciertas películas que han venido imitando la trágica obra shakespiriana. Entre ellas bien puedo citar la popularísimaEl rey león (1994). Otras fuentes fílmicas recientes de las que también bebe, de una u otra manera, este nuevo film de Robert Eggers serían:Conan, el bárbaro (John Milius, 1982) yEl renacido (Alejandro González Iñárritu, 2015). De la primera toma prestada, fundamentalmente, cierta escena y el mito de la espada como gran arma de poder. De la segunda replica la excelsa ambientación natural. Y de ambas “copia” la búsqueda de la venganza. Y cito estas dos películas por referenciar solamente las más conocidas y prestigiosas.

Tal y como acabo de exponer, la venganza es la temática principal en ‘El hombre del norte’. La revancha es lo que mueve en todo momento Amleth una vez que presencia el asesinato de su padre. Eso sí, aquí la ejecución de la vendetta sigue un plan perfectamente trazado por el “príncipe derrocado”. El joven berserker se irá tomando su tiempo para ejecutarla de acuerdo a las “normas del destino”. Y, precisamente, el destino del que no puedes escapar va totalmente ligado a la venganza. Ambos temas son inseparables y devienen tan terribles que terminan por destruirlo todo y a todos. Otros temas con menor presencia serían el amor y las intrigas de alcoba.

Como en las propuestas anteriores de Robert Eggers, la filmación vuelve a ser completamente natural. La película se rodó en los impresionantes escenarios naturales de Islandia. Aquí presenciaremos entornos con nieve, zonas verdosas, praderas rocosas y un amenazante volcán. Por otro lado, y al igual que sucedía en la ya citada ‘El renacido’, se combinan las escenas de día con las escenas nocturnas. Escenas en las que el fuego juega un papel fundamental. En esta ocasión será utilizado como elemento iniciador, incitador, revelador y, por último, será testigo abrasador de un final inevitable. En este campo de la ambientación no creo que se le pueda poner ni un “pero” a la película. Nuevamente, Eggers logra así un film que perdurará en el tiempo.

Por supuesto todo film de vikingos y venganzas que se precie tiene que tener acción. Y esta película la tiene. Hablamos de una acción brutal y sin concesiones puesto que se trata de guerreros berserker. Ahora mismo recuerdo una imagen de un tipo perdiendo las tripas en primer plano. Personalmente me quedo con la set-piece que enfrenta a Amleth con el imparable morador de las sombras. Naturalmente todas estas secuencias se realizaron con la atenta mirada de Robert Eggers y supervisadas por el coordinador de especialistas C.C. Smiff. En general hablamos de secuencias notablemente rodadas y con una buena exposición de violencia.

La música de Robin Carolan y Sebastian Gainsborough es tan impresionante como los escenarios islandeses. Las notas destacan por sus tonos étnicos, poderosos y tremebundos. Y también por algún que otro guiño al gran Ennio Morricone. Globalmente van muy acorde con los diferentes segmentos en los que se divide la película.

En el reparto tenemos el mejor trabajo de Alexander Skarsgård en una película para cines. Recordemos que ya tuvo una gran oportunidad en La leyenda de Tarzán (David Yates, 2016), pero salvo lucir abdominales poco más hizo… Afortunadamente ahora ha espabilado y nos entrega un Amleth de mucho nivel retratado con gran salvajismo y corazón de hierro (ojo al clímax y a su performance como guerrero berserker mitad lobo y mitad oso). Sin embargo, también sabe guardar la calma en el poblado de Fjölnir a la espera de su oportunidad. En fin, gran trabajo de Skarsgård. A su lado tenemos a Anya Taylor-Joy como la esclava Olga. Atención con Anya porque, al igual que Samuel L. Jackson, empieza a volverse omnipresente. Aquí sigue demostrando su gran talento dándole la réplica a Skarsgård. Eso sí, la encontré un poco por debajo de la presencia exhibida por el actor sueco.

También papeles destacados tienen Nicole Kidman y Claes Bang. La primera está excelsa como la esposa del rey Cuervo Guerrero y madre de Amleth. Atención además al giro que pega su personaje en un momento determinado cambiando casi por completo de personalidad. Gran trabajo de Kidman, sin duda. Por su parte, Claes Bang interpreta a Fjölnir, el hermano traidor. El suyo es un papel que va de menos a más hasta explotar en el clímax. Por otro lado, casi meras apariciones son las que tienen intérpretes de relieve como Ethan Hawke (rey Cuervo Guerrero), Willem Dafoe (el bufón de la corte) o Björk como una sacerdotisa fantasmal. El último papel con cierta relevancia va para la veterana Olwen Fouéré como la bruja de confianza de Fjölnir.

“Si cayera por la espada deberías vengarme… o vivir siempre avergonzado. Júralo” (rey Cuervo Guerrero)

En conclusión.
Acabo ya esta crítica de El hombre del norte, un film de preciosista ambientación natural con grandes toques épicos, folklore y algo de simbolismo sobrenatural que no cansa. Y, por supuesto, estamos ante una cinta violenta, cruda y sangrienta que no le hace ascos a la sangre derramada por un destino del que no puedes escapar y por una venganza que, al igual que el fuego, lo destruye todo a su paso. Hasta el momento, la mejor película de Robert Eggers o, al menos, la más “comercial”.

Tráiler de El hombre del norte

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