Molly´s Game
Molly Bloom fue entrenada por su estricto padre para convertirse en una auténtica campeona de esquí, sin embargo, una inoportuna mala hierba se cruzó en su camino y terminó convertida en “La Princesa del Póker”. Esta es su historia. (Cineycine).
Esta es la historia de una mujer con un carácter totalmente competitivo y ganador que no se dejó someter por la industria del juego dominada por los hombres. Ella sabía que podía ser la auténtica jefa de las partidas más prestigiosas y puso en juego sus mejores cartas para hacerse con la timba de… ‘Molly´s Game’.
“Soy Molly Bloom ¿Ha oído hablar de mí?”
Crítica de Molly´s Game
Aaron Sorkin, reputado guionista de Hollywood, da un paso más allá y con esta película firma su ópera prima tras las cámaras. Para ello se vale de la historia real de Molly Bloom, una prometedora esquiadora que terminó organizando partidas de póker para los más variopintos jugadores, entre ellos (según la propia Molly) actores como Tobey Maguire, Ben Affleck o Leonardo DiCaprio. Naturalmente, y consciente de cuál es su mundo, Sorkin evita estas referencias reales en el film y sustituye a los personajes reales (jugadores) por otros de ficción.
Por irónico que pueda parecer, siendo Sorkin guionista, el principal “defecto” del film es su ansia por darnos todo tipo de detalles… especialmente al principio, donde somos literalmente ametrallados por una retahíla de datos que la voz en off de Jessica Chastain no se cansa de explicarnos. Pareciera que Sorkin no quisiera dejarse ni una coma en el tintero. Afortunadamente, y según avanza el film, este aspecto se va difuminando aunque no termina de desaparecer por completo.
Como acabo de exponer, toda la película nos es narrada en primera persona por la actriz Jessica Chastain, que va presentado personajes y situaciones. Todo esto es expuesto en pantalla por un ágil trabajo de edición que combina el presente judicial de Molly con su pasado, contando cómo pasó de futura promesa del esquí a prestigiosa organizadora de partidas de póker. Precisamente son estas partidas (algunas de ellas expuestas con todo tipo de gráficos), y sus jugadores, las que dotan a la cinta de un gran dinamismo y la convierten en una gran diversión para los amantes de las cartas. Aquí tenemos retratados, de manera breve pero muy efectiva, casi a cualquier perfil de jugador: el invencible, el profesional, el manta,…
Teniendo en cuenta la importancia que tiene el póker en la película, el propio Sorkin se documentó al máximo, amén de contar en el rodaje con crupieres y jugadores profesionales. Estos especialistas del juego hacen de extras en diferentes escenas del film arropando a los principales protagonistas.
Además de ahondar en el pasado y personalidad de Molly, y de las timbas organizadas y sus jergas, Sorkin también denuncia las “trampas y abusos” del FBI y de los fiscales para conseguir, por encima de todo, sus objetivos judiciales. Esta es la batalla que en tiempo presente tiene que afrontar Molly con la ayuda de su abogado, Charlie Jaffey (personaje también inventado al que da vida Idris Elba).
Con todo lo que sucede en la película y los muy diferentes escenarios que se visitan (salas de fiesta, despachos de abogados, juzgados, lujosas habitaciones de hotel,…) el vestuario se torna importantísimo, especialmente en el personaje de Jessica Chastain que desfila por el film con un increíble y variadísimo “guardarropa” confeccionado por Susan Lyall. En este sentido, ‘Molly´s Game’ se convierte en un deleite para los fans de la Chastain.
“Los Estados Unidos de América contra Molly Bloom”. La princesa del póker.
El principal punto fuerte, y de mucho nivel, del film son sus excelentes interpretaciones. El alma-mater es una colosal Jessica Chastain como Molly Bloom. Chastain engrandece a la película con una interpretación absolutamente creíble en todos sus registros (esquiadora, camarera, secretaria, princesa del póker,…) y sin ningún tipo de sobreactuación y/o desfase, algo a lo que el film y el personaje invitaban de forma muy clara. A su lado, y al mismo nivel de excelencia, está un elegantísimo Idris Elba interpretando a Charlie Jaffey, el recto abogado que decide defender a Molly. Impagable es el discurso de Elba en la oficina del fiscal e impagables son también todos sus “mano a mano” con Chastain.
También sobresalientes son todos los secundarios que desfilarán en la pantalla, entre ellos: Michael Cera como el Jugador X, un actor de Hollywood que disfruta despellejando a sus rivales. Chris O’Dowd como Douglas Downey, el típico borrachín incapaz de hacer daño a nadie y que siempre empieza a hablar con una cita de película. Brian d’Arcy James da vida a Brad, el clásico perdedor que juega sólo por conseguir contactos. Bill Camp es Harlan Eustice, el típico profesional que ha hecho del juego su carrera y modo de sustento en la vida. Casi terminando este repaso cabe hacer mención a Jeremy Strong como Dean, el odioso, machista y racista jefe que introduce a Molly en el juego convirtiéndola en su secretaria para todo… y a J.C. MacKenzie como Harry, el fiscal del FBI que le aprieta la soga.
Finalmente, destacar también de forma muy merecida a Kevin Costner como Larry Bloom, el estricto padre de Molly, un psicólogo metido a “entrenador”. Demostrado está que Costner es como el buen vino… y aquí vuelve a dejar constancia de su calidad en los minutos que dispone con mención especial para “la sesión de terapia” que ofrece a su hija en el parque.
En conclusión.
Finalizo esta crítica de Molly´s Game, un destacado comienzo de Aaron Sorkin en la dirección que tiene sus Ases más importantes en su trío de actores principales entre los que se eleva su reina, una imperial Jessica Chastain en el rol de una mujer emprendedora que se situó por encima de los hombres que querían dominarla, y es que mientras ellos jugaban, ella miraba y aprendía… importante lección a no olvidar.
Tráiler de Molly´s Game
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